El Festival Nacional de Teatro 2025, sigue su curso dictado por los duendes y seretones de las tablas, en los espacios decimonónicos de la Maracaibo del siglo XXI.
Las pandillas de geniecillos del arte, como ráfagas de viento lacustre, se interesaron en resquicios, ventanales y espacios abiertos hasta que encontraron la musa de sus fantásticas proezas.
La buscaron y la encontraron en los camerinos del poscentenario Teatro Baralt, hecha un hombre, un humano eterno y la dibujaron en el aire con pinceles sacafóricos, plasmando a un eternecido Romer Urdaneta.
El Mambrú, la Liga Socialista, la Casa del Sol, el pesebre de Canchancha, la esquina, la calle, el barrio soltaron a sus duendes al son del Urupagua, en el homenaje merecido, que se le rinde al renombrado maestro zuliano de las artes escénicas.
Alvaro Barros, Toño Cepeda, Nicanor Cifuentes, Keila Gonzáles, Ramón Colina, Ender Colina, Nelson Sánchez, Edilia Hernández, Asmery González , y todos los que veían cariñosos la puesta en escena, evocaron juntos a Carlos Contramaestre y a su Cabimas total y teatrera y le cantaron dramas arcillosos de zamuros petroleros y danzantes, a Romer, porque son sus canciones, las de su dramaturgia, las del Mambrú que nunca se fue a la guerra, porque lo suyo es el Teatro.
Fotos: Edilia Hernández/Galería Mambrú
