El 29 de mayo de 1852, hace 168 años, falleció en Caracas, Diego Ibarra, un militar leal al Libertador, Simón Bolívar y oficial del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia. Nacido en Guacara, estado Carabobo, en 1798, Ibarra fue político y hijo de Vicente Ibarra y Ana Teresa Toro, hermano del general Andrés Ibarra, sobrino de Francisco Rodríguez del Toro (marqués del Toro). Casó con Mercedes Mutis.
Adolescente edecán
A los 15 años de edad (1813) se desempeñó como edecán del coronel Ramón García de Sena, participó en la batalla de Cerritos Blancos, cerca de Barquisimeto (13 septiembre) y Araure (5 diciembre).
Otras batallas
En 1814 asistió al sitio de Barinas, combatió en San Mateo (febrero y marzo) El Arao, (16 abril), en la primera batalla de Carabobo (28 mayo) y en la segunda de La Puerta (15 junio) y figuró entre los defensores de Cartagena de Indias (1815). Emigró a Jamaica y se incorporó a la Expedición de Los Cayos (1816) ya como teniente y edecán de Simón Bolívar, con el grado de capitán (1817), combatió en Clarines (9 enero).
Fue uno de los defensores de la Casa Fuerte de Barcelona (7 abril) y de los sitiadores de Angostura. En la Campaña del Centro (1818) participó en las acciones de Calabozo, El Sombrero, Semén, Ortiz y el Rincón de los Toros. Siempre como edecán de Bolívar y con el grado de segundo comandante, protagonizó la campaña libertadora de Nueva Granada (1819), y se distinguió en las batallas de Pantano de Vargas (25 julio) y Boyacá (7 agosto).
Ascenso a libertador
En Boyacá obtuvo su ascenso a primer comandante y la estrella de la orden de los Libertadores. Teniente coronel desde 1820, participó al año siguiente en la Campaña de Carabobo, por lo cual recibió ascenso a coronel. Destinado al sur de Colombia (1822), bajo las órdenes del general Antonio José de Sucre combatió en Riobamba y Pichincha (24 mayo), batallas decisivas para la libertad del Ecuador. De nuevo al lado del general Sucre participó en la pacificación de la provincia de Pasto (diciembre 1822).
Vanguardia en Perú
Bolívar lo envió a Venezuela en 1823 con el encargo de formar un cuerpo de reserva de 4.000 hombres, destinado a reforzar el Ejército Libertador del Perú; cumplió misión, pero un accidente sufrido al caer de un caballo le impide acompañar al contingente que marcha hacia el sur. Permanece en Venezuela, donde en 1825 se desempeña como comandante militar de La Guaira. El Gobierno peruano reconoció su actuación al ascenderlo en ausencia al grado de general de brigada del Ejército del Perú el 1° de septiembre de 1826.
Refugiado por el anti bolivarianismo
La reacción antibolivariana y la acción separatista le obligaron al ostracismo voluntario y se refugió en Curazao. Regresó a Venezuela en 1833 y se reincorporó a los cuadros del ejército. Es uno de los 13 oficiales superiores que el 8 de julio de 1835 depusieron a José María Vargas de la presidencia de la República y le enviaron al exilio.
Destituido
Su participación en la Revolución de las Reformas le costó sus grados militares y el destierro. Por decreto legislativo del 21 de febrero de 1845 es rehabilitado en sus grados y títulos, pensiones, goces y condecoraciones. De nuevo en el país, conjuntamente con Antonio Leocadio Guzmán y Tomás Lander, fue uno de los miembros del Partido Liberal.
Edecán de Bolívar hasta la llegada a Caracas
Era 1842 cuando repatriaron los restos del Libertador desde Colombia, Diego Ibarra, protestó fuertemente por no haber sido tomado en cuenta para formar parte del cortejo fúnebre, alegando que él debió ser uno de los que acompañara el féretro del Libertador, por haber sido su Primer Edecán durante mucho tiempo. Aunque le negaron al principio su participación por no ser militar (pues sus grados militares estaban suspendidos), apeló a su condición de General de Brigada del ejército del Perú y pudo integrar finalmente la comitiva oficial.
Campaña pacificadora
Con el presidente general José Tadeo Monagas, concretó la campaña pacificadora de 1848, lo cual le valió el ascenso, en marzo de 1849, al grado de general de división. Al año siguiente (noviembre 1850) solicitó con éxito sus letras de inválido. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 20 de octubre de 1876.