Albert Ramdin, canciller de Surinam y flamante secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), anunció que priorizará el restablecimiento del diálogo con Venezuela y Nicaragua al asumir el cargo.
El diplomático también abordará el crucial tema del financiamiento estadounidense al organismo, reconociendo a Washington como principal contribuyente.
«Venezuela debe construir puentes con la OEA y sus miembros», declaró Ramdin en entrevista exclusiva. «Necesitamos dialogar sobre aspectos positivos y negativos para apoyar al pueblo venezolano y crear espacios que permitan resolver las observaciones de los países miembros».
El futuro secretario general reveló que entre sus primeras acciones evaluará el estatus legal de Venezuela en el organismo. Desde 2017, cuando el gobierno de Nicolás Maduro inició el proceso de retiro formal (que tarda dos años en completarse), el asiento venezolano permanece vacante.
«Venezuela requiere atención especial», enfatizó Ramdin, proponiendo crear «una hoja de ruta para abordar estos desafíos». El surinamés destacó que buscará aplicar el mismo enfoque con Nicaragua, país que actualmente no integra la OEA pero cuyo desarrollo monitoreará activamente.
Sobre posibles vías de acercamiento, el canciller expresó: «Estoy dispuesto a establecer el diálogo con Venezuela y Nicaragua si las condiciones lo permiten». Su declaración marca un cambio de tono en la tradicional postura del organismo hacia gobiernos considerados disruptivos en la región.
Ramdin asumirá el cargo en un contexto donde la OEA enfrenta cuestionamientos sobre su relevancia y financiamiento. El diplomático deberá equilibrar las presiones de Estados Unidos -que aporta el 60% del presupuesto- con las demandas de autonomía de los países miembros, en un hemisferio cada vez más polarizado políticamente.