El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, volvió a evidenciar la xenofobia y racismo que encarna la buena parte de la política estadounidense, al considerar a la República Popular China, «una amenaza» por la internacionalización del Partido Comunista.
El diplomático emitió estos comentarios en el programa ‘Life, Liberty & Levin‘ de Fox News, causando un gran revuelo.
Del mismo modo, Pompeo afirmó que la administración de Donald Trump ha hecho esfuerzo para frenar el desarrollo del gigante asiático.
«Ahora hemos empezado a construir esta coalición global para hacer que retrocedan la amenaza de este régimen autoritario que presenta China«.
Desesperación en tiempos de campaña
No es casual que Pompeo suba el tono a sus declaraciones contra China porque está en campaña por las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Históricamente los políticos estadounidenses han usado los ataques a Venezuela, Cuba, Irán, Nicaragua y China para ganar votos entre los conservadores.
Los ataques al país asiático han sido sistemáticos y en todos los tópicos. Hace apenas una semana Trump ofendió a China al definir el covid-19 como «el virus chino» y responsabilizó por la pandemia.
Hegemonía imperial
Mientras el imperio norteamericano avanza en su afán de dominación y control de todas las aristas, apuesta a detener el desarrollo de otras potencias.
China es el principal protagonista de la producción industrial, la economía y el mercado global, lo que genera incomodidad ante la visión hegemónica.
«La verdad es que nuestras políticas y las de otras naciones libres resucitaron la fallida economía de China, solo para ver a Pekín morder las manos internacionales que lo alimentaban y como su Partido Comunista tiene presencia en el mundo», declaró Pompeo.
Irónicamente, quien agrede, amenaza, sanciona, invade, desestabiliza, promueve golpes de Estado y tiene el mayor gasto militar del mundo, señala a China de ser un riesgo para la humanidad.