La Cancillería rusa denunció firmemente una intromisión abierta de Estados Unidos en el proceso de elecciones hondureñas. María Zajárova, portavoz de la Cancillería, calificó el mensaje difundido por el presidente estadounidense Donald Trump, a través de la red social Truth Social, como una interferencia directa.
Trump expresó su respaldo al candidato Nasry “Tito” Asfura, alcalde de Tegucigalpa, quien aspira a ganar las elecciones presidenciales previstas para el próximo 30 de noviembre. Inmediatamente, Rusia levantó su voz contra lo que considera una violación a la soberanía de Honduras.
En este sentido, la portavoz denunció en rueda de prensa que tales declaraciones equivalen a una imposición indirecta sobre la voluntad soberana del pueblo hondureño. Zajárova afirmó que las palabras de Trump no constituyen una simple postura política, sino una orientación encubierta dirigida a los electores. Por lo tanto, Moscú rechaza enérgicamente esta práctica. «Decirle a un país independiente a quién debe elegir no es libertad de expresión: es una violación de su derecho a la autodeterminación”, expresó la portavoz, dejando clara la postura del gobierno ruso.
Moscú Denuncia Coerción Combinada
La diplomática rusa destacó un factor de especial preocupación: el mensaje de Trump surge paralelamente al despliegue de buques militares estadounidenses en el Caribe. Consecuentemente, Zajárova argumentó que esta combinación refuerza una estrategia de coerción combinada. Ella identificó esta estrategia como una mezcla de presión diplomática, discurso mediático focalizado y el despliegue armado, creando un ambiente de intimidación. La Cancillería rusa advirtióque esta táctica busca influir en el proceso democrático hondureño, un país donde más de 6,5 millones de personas están convocadas a votar este domingo para definir la conducción del país por los próximos cuatro años.
A pesar de esta injerencia, la portavoz expresó su esperanza de que Honduras “haga sus propias elecciones consciente y verdaderamente democrática, no una impuesta desde fuera”. Además, la controversia por el respaldo de Trump ocurre en un contexto nacional ya marcado por la sospecha y la tensión. Audios filtrados revelaron maniobras de las élites políticas hondureñas para alterar el reconocimiento de resultados electorales. Así, el país enfrenta un doble desafío: la presión externa de una potencia extranjera y las denuncias internas de posibles actos de fraude electoral.
El gobierno ruso exige que Estados Unidos respete los principios de no injerencia en asuntos internos de otros estados. La Cancillería subrayó que el destino de Honduras solo compete a los hondureños. Finalmente, esta situación pone en relieve las complejidades geopolíticas que rodean a los procesos democráticos en América Latina, donde la voluntad popular lucha contra las influencias externas y las tensiones internas. Más de 6,5 millones de personas están llamadas a votar este domingo para definir la conducción del país en los próximos cuatro años, y el resultado de estas eleccionesdeterminará el futuro político y social de Honduras.
