La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, lideró este jueves una masiva movilización junto a la fuerza trabajadora del sector hidrocarburos para enviar un mensaje directo y tajante al Gobierno de Estados Unidos. Durante su intervención, Rodríguez ratificó la soberanía nacional sobre los recursos energéticos y advirtió que cualquier nación interesada en adquirir el petróleo venezolano debe cumplir estrictamente con los mecanismos de pago correspondientes, rechazando cualquier intento de apropiación ilegal.
En un discurso cargado de determinación, la también ministra de Petróleo aclaró que Venezuela no mantiene deudas pendientes con la administración estadounidense. Por el contrario, denunció que las políticas de Washington representan una agresión sistemática contra la economía local.
«Nosotros no le debemos nada y este recurso no le pertenece a EE. UU.; le pertenece exclusivamente al pueblo venezolano», afirmó con contundencia frente a miles de trabajadores petroleros, gasíferos y petroquímicos.
Además, la vicepresidenta subrayó que el tiempo de las concesiones unilaterales terminó. «Lo hemos dicho claramente: si quieren un barril, si quieren una molécula de petróleo y de gas, lo tienen que pagar. No existe otra vía», sentenció. De igual manera, recalcó que ni la extorsión, ni el robo, ni el saqueo servirán como herramientas para doblegar la voluntad de un país que decidió ser libre y soberano.
Denuncia sobre el caso CITGO
Por otra parte, Rodríguez aprovechó el encuentro para señalar directamente las acciones del expresidente Donald Trump respecto a los activos venezolanos en el exterior. Según la funcionaria, la administración estadounidense ejecutó un despojo financiero sin precedentes al tomar el control de la empresa CITGO. En consecuencia, instó a los responsables a rendir cuentas sobre el destino de los dividendos generados por la filial desde el año 2019.
«Saquen la cuenta: se robaron más de 35.000 millones de dólares», denunció Rodríguez. Adicionalmente, explicó que esta cifra no solo contempla el valor de la infraestructura de la empresa, sino también las ganancias anuales que legalmente pertenecen al Estado venezolano. Debido a esto, el Gobierno Bolivariano exige disculpas históricas y las indemnizaciones debidas por los daños patrimoniales causados a la nación.
Asimismo, la alta funcionaria elogió el compromiso de los hombres y mujeres que mantienen operativa la industria a pesar de las sanciones. En este sentido, calificó a los empleados del sector como los verdaderos héroes y heroínas que derrotan el bloqueo económico criminal cada día. «El pedestal de esta lucha lo ocupan ustedes, quienes resisten los intentos de violentar nuestros derechos económicos», manifestó con orgullo.
En conclusión, la vicepresidenta ratificó el apoyo incondicional de la industria al presidente Nicolás Maduro, asegurando que el país cuenta con una fuerza laboral preparada para superar cualquier adversidad. Finalmente, reiteró que la perfecta unión nacional constituye la mejor defensa contra quienes pretenden asediar el petróleo y la estabilidad de Venezuela.



