Un reciente estudio de Datafolha, una de las encuestadoras más prestigiosas de Brasil, revela que el pueblo brasileño considera que Bolsonaro es un líder precario, desprovisto de las capacidades necesarias para ejercer el cargo e inmaduro políticamente. Esas deficiencias han acelerado la enorme crisis que vive el país desde 2016, tras el golpe parlamentario a la presidenta Dilma Rousseff.
Según el sondeo de opinión pública, que consistió en una consulta telefónica a 2.016 adultos en todas las regiones del país entre el 23 y el 24 de junio, 54% de los brasileños considera que el Jefe de Estado es poco inteligente, 58% lo tilda de poco preparado, 52% lo califica de incompetente y un 64% de autoritario.
Asimismo, 33% de los más de 200 millones de brasileros considera aceptable el trabajo del gobernante, que tiene un oscuro horizonte porque la pandemia alcanzó niveles que serán difíciles de controlar y sobre todo cuando su llamado sigue siendo al desobediencia de los elementos de bioseguridad.
Además se ha estudiado que los números de Brasil son mucho mayores que los presentados por el Gobierno Federal, que oculta estadísticas y se ha visto sobrepasado por los embates del covid-19, generando un colapso de todo el sistema fúnebre y sanitario.
Epicentro de enfermedad y muerte
Brasil está atravesando una de las peores etapas de toda su historia porque se han combinado la presencia de la pandemia del covid-19 y la incapacidad intelectual y política del presidente Jair Bolsonaro, que además de su servilismo al imperio norteamericano, ha retado de forma irresponsable al coronavirus, desatendiendo todas las medidas y protocolos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones abocadas a frenar el impacto de una enfermedad que ha afectado a cerca de 10 millones de personas, con medio millón de muertes.
El gigante amazónico es el principal epicentro de América Latina con 1.290.000 casos positivos y 57.000 fallecidos. 58% de las víctimas fatales de toda la región se registran en ese territorio suramericano. El principal culpable del avance devastador de la pandemia en Brasil es su mandatario, quien, pese a la terrible afectación generalizada y el colapso de todos los servicios, sigue cuestionando y subestimando al covid-19, considerándolo como una simple gripe y desprotegiendo a la población.
Desde que asumió la primera magistratura el primero de enero de 2019, Bolsonaro ha demostrado su incapacidad intelectual, una torpeza peligrosa para manejar los destinos de una nación que ha sido referencia histórica y que hoy sufre una crisis política, económica y sanitaria sin precedentes.
