José Gregorio Hernández Cisneros nació en la ciudad de Isnotú, Venezuela, en 1864 y murió en Caracas el 29 de junio de 1919. Es adorado por el pueblo venezolano y se le conoce como el “Santo de los Pobres” y «El Venerable”.
Aunque su historia es ampliamente conocida por el pueblo es importante recordar algunos datos de su vida, ahora cuando está a un paso de la beatificación:
- Descendiente de santos. Por parte de madre descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, confesor de Isabel la Católica, y por parte de su padre era pariente lejano del Santo Hermano Miguel.
- Quería ser abogado. Había manifestado la intención de estudiar Derecho en Caracas, pero aceptó estudiar medicina, tal como le sugirió su padre.
- Estudió en la UCV. Cuando tenía 17 años llegó a Caracas a cursar estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo su título y posteriormente se convirtió en docente de esta, la primera casa de estudios universitarios del país.
- Estudió en París. En 1889 estudió en el laboratorio de histología de Mathias Duval, quien era profesor de histología y anatomía en importantes universidades.
Vida
- Fundador de laboratorio. Con 27 años fundó en Venezuela el Centro de los Estudios y Trabajos Científicos Médicos en Histología, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental donde pudo enseñar a otros científicos y médicos venezolanos las más modernas técnicas del momento y pudo ayudar a la investigación y posterior explicación de las enfermedades más comunes de la época.
- El mito del microscopio. Se cree que fue el primero en traer a Venezuela un microscopio, pero la verdad es que fue Pehr Lofler, un botánico Sueco, quien en 1753 lo se convirtió pionero en ese asunto. Sin embargo fue José Gregorio Hernández quien presentó cuatro microscopios marca Zeiss al país.
- El médico de los pobres. Aparte de ser un prodigioso científico, era un médico humanitario, que hacía consultas gratuitas a personas de bajos recursos. Para esa época la salud era un privilegio y José Gregorio incluso compraba medicinas para sus pacientes.
- Casi cura. Los biógrafos de José Gregorio concuerdan en que para el año 1908 se había jubilado como profesor universitario y logró entrar como claustro en la orden San Bruno en la Cartuja de Farneta; sin embargo, debido a las severas reglas y privaciones que se requerían en la orden, José Gregorio enferma severamente y debe volver a Caracas.
Muerte
- Un golpe en la cabeza le quitó la vida. Camino hacia una farmacia de Caracas fue sorprendido por un carro que iba a 30 kilómetros por hora, el auto lo golpeó y el impacto hizo que José Gregorio Hernández saliera despedido y golpeara la cabeza contra el filo de la acera, lo que realmente le causó la muerte.
- No era el único carro de Caracas: El carro que lo atropelló no era el único que existía en Caracas. Otro detalle interesante es que, la madre del conductor del vehículo había sido paciente de José Gregorio, al igual que sus hermanas, que habían sido curadas de lepra por él. José Gregorio fue llevado rápidamente al hospital en el mismo vehículo que lo atropelló, pero desafortunadamente no sobrevivió al accidente.
- Víctima del segundo accidente automovilístico registrado en Caracas. Según los reportes de la época, el accidente de tránsito donde la victima fue el Doctor Hernández sería el segundo registrado en la historia.
- El vehículo que lo atropelló pertenecía a la flota presidencial. El chofer, en una entrevista suministrada en 1979 indicó que se trataba de un auto que formaba parte de la flota oficial de la administración del presidente Juan Vicente Gómez.
- La Primera Guerra Mundial llegó a su fin un día antes de su muerte. El 28 de junio de 1919, más de 50 países firmaron el Tratado de Versalles, documento que puso fin al primer gran conflicto bélico de carácter global. De acuerdo con los devotos de Hernández, este médico habría “ofrecido su vida” por este acuerdo.
- Los católicos vs. los santeros. Luego de ser venerado por millones de venezolanos, una de las trabas para su santificación es que está en los altares de espiritismo, práctica religiosa venezolana catalogada por la iglesia católica como “brujería o diabólica”.
