Los acontecimientos de los últimos meses en Venezuela están marcando referentes nefastos para el ejercicio de la política y la diplomacia en Latinoamérica y el mundo, pues se están avalando violaciones flagrantes al Estado de derecho que colocan en riesgo no solo la soberanía de la naciones, sino la posibilidad de vivir en paz de los pueblos.
En este sentido, tendremos que preguntarnos ¿Cuáles son los costos que debemos pagar los venezolanos por esta nueva ruta de la oposición?
Que incluso en un escenario de triunfo de la derecha, coloca en entredicho su propia estabilidad, puesto que con el desconocimiento del voto pupolar, de la constitución y la institucionalidad, él llamado a intervención militar y la reciente ocupación ilegal de algunas sedes diplomáticas en los EE.UU que sepulta la convención de Viena, han generado las condiciones para el caos; y luego de las lecciones históricas dadas por el gobierno norteamericano en otras latitudes, donde han financiado y promovido la deposición de gobiernos legítimos, por el simple hecho de apegarse ciegamente a sus designios; es evidente no solo la fragilidad de sus alianzas, sino la los omisión del impacto de sus acciones en el desarrollo de la sociedad venezolana.