La Comisión de Investigación de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) para los Territorios Palestinos Ocupados, inició una investigación para determinar si Hamás e Israel han cometido crímenes de guerra, desde el pasado 7 de octubre.
“Las atrocidades de las que somos testigos desde ese día añaden una urgencia sin precedentes a nuestras conclusiones y recomendaciones”, expresó Navy Pillay, presidenta de la comisión encargada de investigar los hechos.
La exalta comisionada de DD.HH. de la ONU, destacó que “los civiles y las instalaciones civiles deben ser protegidos siempre. Nunca son un objetivo legítimo, y todas las partes deben cumplir la obligación de protegerlas con arreglo a la ley humanitaria internacional”.
La jurista también destaca que el único camino para acabar con la violencia “es mediante el respeto a la ley internacional“. “Para ello se requiere enfrentar las causas originales del conflicto, incluida la ocupación del territorio palestino, y permitir a esa población que ejerza su derecho de autodeterminación”, agregó.
A su parecer, el lanzamiento de cohetes y morteros hacia zonas pobladas por civiles constituyen crímenes de guerra.
Limpieza étnica
Por su parte, Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, advirtió que los palestinos corren un grave peligro de sufrir una “limpieza étnica masiva”. Por ello, pidió a la comunidad internacional mediar para que se de un alto al fuego entre Hamás y las fuerzas de ocupación israelíes en guerra.
“La situación en el territorio palestino ocupado e Israel ha alcanzado un punto álgido. Las Naciones Unidas y sus Estados miembros deben intensificar los esfuerzos para mediar en un alto al fuego inmediato entre las partes, antes de que lleguemos a un punto sin retorno”, aseguró Albanese.
Al tiempo que afirmó que: “La comunidad internacional tiene la responsabilidad de prevenir y proteger a las poblaciones de crímenes atroces”.
Informe
En un informe publicado por la ONU sobre el conflicto palestino-israelí (que comprende el periodo entre mayo de 2021 y agosto de 2023), concluye que todas las partes, incluidos Israel, la Autoridad Nacional Palestina y el “gobierno de facto en Gaza”, se han negado a tomar medidas de prevención para evitar víctimas civiles en 2 años de violencia. Además, han exacerbando la crisis y “profundizando las divisiones y el odio”.
El informe también destaca que el bloqueo de la entrada de alimentos y suministros médicos en Gaza es una “violación de la ley humanitaria internacional”.
Es importante señalar que desde que inició el conflicto, unas 2.808 personas han muerto en Gaza, incluidos al menos 600 niños; además, unas 10.850 personas ha resultado heridas por los bombardeos y se estima que unas mil están desaparecidas. Más de 423 mil personas se han visto obligadas a desplazarse como resultado de los ataques israelíes.
Mientras que, unos 58 palestinos han muerto en Cisjordania. En Israel, se estima que 1.400 personas murieron; y Hamás ha secuestrado a 199, que se encuentran en la Franja.