Corrupción golpista | Por: Oscar Bravo

Lo que las leyes no prohíben, puede
prohibirlo la honestidad” (Séneca)

Qué desagradable ha sido para la moral pública venezolana todo el escándalo que ha ocasionado la trama sobre la terrible y vergonzosa corrupción del llamado caso Pdvsa-Cripto, el cual está siendo investigado a profundidad y con mucho profesionalismo por la Fiscalía General de la República y que, hasta el momento, se han estado develando unas increíbles y asquerosas acciones que podemos señalar como una perversa combinación de ambiciones económicas y políticas.

Es una tarea muy delicada y compleja lo que está investigando y evaluando el Ministerio Público venezolano, para encontrar todas las verdades conspirativas planificadas desde hace cierto tiempo, con unas monstruosas y perversas formas organizativas con propósitos antiéticos e ilegales, sobre una insólita y antipatriótica tríada: hacerse multimillonarios, destruir la economía nacional petrolera y asaltar el poder político.

Es impresionante observar cómo se logró concretar un pacto tan macabro entre personas inescrupulosas y con un total pragmatismo entre ex altos funcionarios del Gobierno nacional y la ultraderecha política más antichavista y que, hasta ahora, ha resultado imposible calcular con exactitud los miles de miles de millones de dólares desfalcados al tesoro nacional y todos los daños ocasionados a la población.

Qué situación más incómoda y terrible para el Gobierno nacional, cuando se tienen a los traidores dentro de casa (Tareck El Aissami y un grupito), que actuaban en complicidad con los más acérrimos enemigos políticos del chavismo y que, de paso, son prófugos de la justicia venezolana, como son los casos de Leopoldo López y Julio Borges, aunque se sospecha que hay más personas involucradas dentro de la oposición más radical.

Hasta ahora, todo conduce a pensar que el expresidente de la industria petrolera venezolana, considerado superministro y que llegó a ser vicepresidente ejecutivo de la República, tenía planes de ser presidente de Venezuela, en alianza con la ultraderecha nacional y con el apoyo del imperialismo estadounidense.

Seguramente, estamos en presencia de un extraño pacto histórico-político -económico de lo más bochornoso que se haya podido detectar.

Politólogo

Victoria Torres: