Donald Trump ha dicho que está listo para dejar en cualquier momento el hospital militar Walter Reed en donde está internado desde el pasado viernes, cuando confirmó que está enfermo de coronavirus.
El mandatario escribió en su cuenta de Twitter que se siente mejor que hace 20 años. Adicionalmente expresó que: «No le tengas miedo al covid-19. No dejes que domine tu vida. Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos y conocimientos realmente excelentes».
El alta médica de Trump es un hecho inminente adelantado ya por los médicos que le atienden, ya que han dicho que el mandatario enfermo muestra un “progreso increíble”; más esto no significa que ya haya superado la covid-19 que al menos requiere un tratamiento de 14 días.
Uno de los doctores que atiende al gobernante estadounidense, Mark Meadows; expresó que “todavía somos optimistas de que, en base a su increíble progreso y lo fuerte que ha sido en términos de su lucha contra esta enfermedad, la covid-19, Trump será dado de alta”.
Salir un rato
Para comprobar esta “franca mejoría”, el mismo Trump dio una muestra a sus seguidores; cuando se paseó en una caravana a las afueras del hospital militar en Maryland.
También el mandatario habría confirmado su buen estado de salud en un video de Twitter en donde reveló que tener la enfermedad le ha enseñado tanto o más que algún libro de escuela.
En rueda de prensa con los medios, los doctores del presidente revelaron algunos detalles del tratamiento prescrito a Trump, en el que además de aplicarle oxígeno suplementario, le suministraron dexametasona.
De acuerdo a medios estadounidenses, este esteroide es un medicamento no recomendado por la OMS en caso de pacientes no graves con coronavirus; como sería el caso del presidente norteamericano.
Contagio viral
El contagio de Trump ha sido una de las informaciones más comentadas de los últimos días; por tratarse de una especie de revancha de la enfermedad contra uno de los voceros más influyentes en contra de la gravedad del virus.
Al mismo tiempo el caso del presidente estadounidense confirma la consigna de que el coronavirus se trata de un problema de salud; que no distingue de raza, religión, clase social o condición política, y que igual le da a los descreídos.