Cada día mueren al menos 25.000 niños menores de 5 años por enfermedades evitables. 55 millones de niños padecen desnutrición aguda. 19 millones la padecen de forma severa. Cada año mueren 3,5 millones de niños por esta causa, 10.000 al día. El agua contaminada es causa común en las enfermedades diarreicas por las que mueren más de 1 millón 500 mil niños y niñas al año. 2,3 millones de niños y niñas menores de 15 años conviven con el VIH/SIDA. Estos son los datos de la UNICEF, y los resultados de un sistema político – económico – cultural que se autoproclama exitoso: el capitalismo.
¿Por qué esto no es declarado emergencia mundial? ¿Por qué no se muestran los campos de alimentos sembrados para combatir el hambre, tanto como las mascarillas para evitar el coronavirus? ¿Por qué no se confinan en cuarentena a los dueños de la Monsanto que reproducen el hambre con más eficiencia que un virus? ¿Será que no se trata realmente de una preocupación por la vida humana?
El miedo como estrategia política
“Los medios de comunicación hicieron llegar el pánico a todos los puntos del planeta. Comenzó la primavera de 2009, en un año en el que nadie esperaba lo que iba a ocurrir. De pronto, sin previo aviso, la Organización Mundial de la Salud, organismo dependiente de la ONU, osó afirmar que como mínimo 150 millones de personas morirían víctimas de la gripe A (…) El Gobierno de Reino Unido incluso contempló la posibilidad de habilitar fosas comunes y habló de 60 mil muertes. Los políticos ingleses más alarmistas apuntaban a 700 mil casos, pero no pasaron de 60. En España la gripe A se llevó por delante la vida de 275 personas, mientras que la estacional se cobra cada año de 3000 a 4000” Ana Cristina Jiménez, Los Amos del mundo.
Todos los medios de comunicación lo reportan. Cada día se suma un país a la lista de afectados por el nuevo coronavirus. No es primera vez que una epidemia es tratada de esta manera desde los grandes medios de comunicación global.
En 2001 se dio con los llamados “ataques terroristas” por Antrax (campaña que se encargó de infundar el miedo al enemigo terrorista y que terminó por justificar la invasión a Afghanistan); en 2005 la gripe aviar, donde Donald Rumsfeld (Ministro de defensa de los EE.UU para entonces) era principal socio de las farmaceúticas que colocaron a la venta el principal antiviral para las dos anteriores epidemias de gripe. En 2009 con la gripe A, Novartis, Roche, GlaxoSmithKline fueron las autorizadas para comercializar la vacuna.
Siempre se infundió en la población el miedo por la pandemia y finalmente apareció la vacuna milagrosa de las farmaceúticas aliadas al poder.
La industria farmacéutica y el lobby político en Estados Unidos
¿Puede la salud ser un negocio? Sí. Efectivamente lo es, sobre todo para el lobby político de los Estados Unidos. Las industrias farmacéuticas invierten en las candidaturas estadounidenses para abrir la posibilidad de ser autorizadas como monopolios en la comercialización de vacunas; y también fuera de elecciones en el cabildeo político.
En 2012, las grandes corporaciones farmacéuticas gastaron más de 51 millones de dólares en donaciones políticas para la campaña de la elección presidencial; 32 millones de dólares en las elecciones 2014 y 10 millones de dólares para 2016. Pfizer lideró las contribuciones con 1,5 millones de dólares, seguida por Amgen (1,3 millones) y McKesson (1,1 millones).
En 2014 las empresas farmaceúticas gastaron 229 millones de dólares, por debajo del pico de 273 millones gastados en 2009, cuando el Congreso discutió la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Affordable Care Act, llamada Obamacare).
Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, desde 2008 ha gastado más de 163 millones de dólares en cabildeo, más que el presupuesto de contratistas del Pentágono como Boeing y Northrop Grumman, la industria del petróleo y gas (por ejemplo, ExxonMobil) y Koch Industries, entre otras. Pfizer está entre los 25 primeros, gastando más de 101 millones de dólares desde 2008 y 9,4 millones de dólares en 2015.
Lista de políticos que han recibido más dinero de parte del lobby farmacéutico mundial
- Barack Obama (demócrata – Illinois): 1.172.954 dólares.
- Hillary Clinton (demócrata – Nueva York): 588.860 dólares.
- John McCain (republicano – Arizona): 530.813 dólares.
- Mitch McConnell (republicano – Kentucky): 302.092 dólares.
- Max Baucus (demócrata – Montana): 277.664 dólares.
La vida como negocio
Casualmente, una nueva epidemia aparece en medio de la campaña política en Estados Unidos, no se puede afirmar en estos momentos que la misma sea provocada por esta razón, pero la historia brinda el beneficio de la duda y la necesidad de la investigación.
La industria farmacéutica está vinculada al poder político mundial, y grandes socios de esta, forman parte del gobierno de Estados Unidos. Llama la atención que grandes sumas de dinero sean utilizadas para pagar campañas políticas por parte de quienes tienen el monopolio de la salud. Mientras tanto miles de millones de personas en el mundo son sometidas a un bombardeo mediático que les hace presas del miedo y otros millones más, en su mayoría niños y niñas, siguen muriendo cada día sin necesidad y en absoluto silencio.
