El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte alertó recientemente, mediante un comunicado que, el riesgo de una guerra nuclear dejó de ser imaginario para convertirse en una amenaza latente por las provocaciones de Estados Unidos.
“El peligro de una guerra nuclear en la península coreana está pasando de la fase imaginaria a real debido a los actos irresponsables de EE.UU. y Corea del Sur, entusiasmados con las belicosas manifestaciones armadas contrarias a la aspiración de la comunidad internacional de distensión y estabilidad”; señalaron.
La misiva denuncia que, a pesar de las reiteradas advertencias por parte de las autoridades norcoreanas, Washington sigue agravando deliberadamente la situación en la región. Sobre todo, realizando con reiteración maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y desplegando en su territorio el bombardero B-52H, capacitado para llevar armas nucleares.
En efecto, se lee en la nota, que tales actos provocativos “demuestran claramente que se impulsa al nivel de batalla real el intento de EE.UU. de usar las armas nucleares” contra Corea del Norte.
Exigen cese de maniobras militares en la península
Ante este escenario, la cancillería norcoreana consideró imprescindible que Washington y Seúl lleven a término el “irresponsable y preocupante juego de músculos” y frenen inmediatamente sus actividades militares, pues son hostiles y socavan la paz y la estabilidad de la región.
“Si las peligrosas provocaciones militares de EE.UU. y Corea del Sur siguen sin cesar. No hay garantías de que no se produzca un violento conflicto físico en la península coreana, donde enormes fuerzas armadas de ambas partes se encuentran en agudo enfrentamiento”, subrayaron las autoridades.
En tal sentido, Pyongyang advirtió en febrero pasado que, si la Casa Blanca sigue ejecutando la nombrada disuasión extendida; así como sus grandes maniobras militares con Corea del Sur, podría considerar estas acciones como una declaración de guerra.
El pasado 1 de febrero, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron sus primeros ejercicios aéreos conjuntos este 2023 en la península. Esto ocurrió un día después de que los ministros de Defensa de las 2 naciones acordaran extender la presencia de equipos estratégicos en esa área.
Pese al rechazo de Pyongyang, Washington y Seúl arrancaron los ejercicios con bombarderos B-1B, aviones de guerra F-22 y cazas furtivos F-35B. Esta artillería tiene capacidad de despegar y aterrizar de manera vertical, por otro lado, Corea del Sur optó por despachar los aviones furtivos F-35A.
