Compartimos con ustedes el discurso que diera el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel como cierre de la Cumbre de Acción Climática, COP28 que se dio cita en Dubái.
La cumbre climática más importante del año tendrá lugar en Expo City Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre y centrará su mirada en cuatro cuestiones de máxima relevancia para el futuro del planeta: la reiteración y la revisión de los Acuerdos de París (alcanzados en la COP de 2015), el objetivo de 1,5ºC, el fin de los combustibles fósiles y el pico de emisiones mundiales de CO2 establecido para 2025.
Aquí el discurso íntegro del mandatario cubano:
Señora Presidenta;
Excelencias:
Agradezco al Gobierno y pueblo emiratíes por la calurosa bienvenida, la hospitalidad y la organización de esta Cumbre.
Permítanme comenzar recordando que a poco más de 2 mil kilómetros de aquí, en Gaza, ocurre un genocidio. En nombre de Cuba, condenamos categóricamente la escalada de violencia y terror desatada contra los habitantes de esa franja de tierra de la Palestina ocupada.
¡La paz es necesaria para salvar el planeta!
Esta COP debe ser un espacio para compromisos serios y ambiciosos. Saludamos la decisión adoptada que operacionaliza el Fondo para Pérdidas y Daños. Acogemos los compromisos anunciados para comenzar a capitalizarlo, pero advertimos que aún son insuficientes para las necesidades de los países en desarrollo.
La ciencia nos ha advertido de forma reiterada sobre las consecuencias catastróficas del incremento de la temperatura a nivel global. Ignorarla, sería el error más costoso de la especie humana.
Revertir esta situación es, claramente, tarea de todos, pero solo las naciones desarrolladas están en condiciones de alcanzar las reducciones más ambiciosas de sus emisiones y apoyar con medios de implementación las acciones del Sur.
En el camino recorrido desde la Conferencia de París, los países en desarrollo han impulsado numerosas acciones climáticas, pero ha faltado solidaridad y no se han materializado los compromisos de los países desarrollados en correspondencia con sus capacidades y responsabilidades históricas.
Los países más desarrollados continúan incentivando su extracción de combustibles fósiles. Hablan, incluso, de una duplicación de la producción y consumo de los mismos para 2030. Esas realidades resquebrajan seriamente el clima de confianza que debe imperar entre las naciones. El derecho de la humanidad a existir debe ser la motivación principal de nuestras discusiones.
La COP28, que concluirá el Primer Balance Global sobre la Implementación del Acuerdo de París, es una oportunidad única para corregir el rumbo de los esfuerzos colectivos en el enfrentamiento al cambio climático. Cuenten para ello con el aporte del Grupo de los 77 y China, que nuestro país se honra en presidir.
Aunque Cuba contribuye con menos del 0.1 % de las emisiones globales, ratificamos el compromiso de implementar nuestra Contribución Nacionalmente Determinada y de avanzar en una Estrategia de Transición Energética para un modelo de desarrollo mucho más resiliente y bajo en carbono.
Lo haremos, a pesar de las limitaciones que nos impone el recrudecido bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos.
Excelencias:
En 1992, en la Cumbre de la Tierra, el líder histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro terminaba alertando: “Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo”. Ese mañana ya es hoy y el reloj sigue corriendo.
Muchas gracias (Aplausos).
Discurso tomado de cubadebate.cu