El canciller de la República, Yván Gil, denunció durante la Asamblea General de la ONU las acciones que perpetra Estados Unidos para atentar contra soberanía de Venezuela.
Durante su participación en el debate del 79.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, Gil alertó que desde EE.UU. se propaga un discurso de odio y se promueve el terrorismo en sus diversas manifestaciones, como atentados, intentos de magnicidios y agresiones contra los pueblos.
“Han recurrido al uso de tecnologías de la información y las comunicaciones, especialmente las redes sociales, controladas por los testaferros del imperio, quienes fabrican guerras psicológicas dirigidas a explotar los sentimientos de odio y destrucción sin ningún tipo de control”, condenó.
En su discurso, el canciller venezolano hizo mención a la página web “Ya Casi Venezuela”, en la que realizan una colecta para financiar operaciones terroristas contra el país.
Al respecto, precisó que esa iniciativa contra Venezuela cuenta con el apoyo público de agencias gubernamentales y de parlamentarios y senadores estadounidenses.
“Es pertinente subrayar la obligación que tienen los Estados de garantizar que su territorio no sea utilizado para financiar, planificar, facilitar o cometer actos de desestabilización, a través del recurso a mercenarios y terroristas, y, en ese sentido, exigimos al gobierno estadounidense que cumpla con sus obligaciones internacionales en esta materia”, exhortó Gil desde la ONU.
Asimismo, detalló que las oligarquías recurren a expresiones políticas que se habían superado, en referencia al fascismo y nazismo.
“Estas corrientes políticas de imposición y dominación impulsan el supremacismo blanco, el racismo, la xenofobia y otras expresiones, normalizadas con el apoyo de grandes monopolios de la mediática internacional y las redes sociales, que se encuentran al servicio del imperialismo y el neocolonialismo”, condenó.
Ejemplificó que una expresión de estas formas políticas lo constituyen los bombardeos sobre Gaza, cometidos “con complicidad de los gobiernos de EE.UU. y la Unión Europea».
A lo que añadió que estas corrientes también amenazan la paz de América del Sur, con la instalación de bases militares, con la complicidad de los Gobiernos de Argentina y Ecuador.