El uso de plataformas digitales y redes sociales para fines conspirativos se pone en práctica, esta vez, mediante la aplicación Clubhouse contra la República de Cuba; según lo denunció el canciller de la isla caribeña, Bruno Rodríguez Parrilla.
Mediante publicaciones en Twitter, el ministro de Relaciones exteriores de la nación antillana expuso cómo se evidencia la manipulación de las compañías transnacionales promueven, para bloquear o facilitar el uso de esos mecanismos tecnológicos, según sus intereses.
Por tal motivo, el canciller mencionó que en territorio cubano, la mayoría de la población no tiene acceso a la plataforma Clubhouse; debido a las medidas coercitivas unilaterales que implica el bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
Debido al bloqueo, en #Cuba es una pesadilla utilizar cualquier aplicación de la multinacional @Apple Inc, salvo para ciertos usuarios Premium que participan en disturbios.
(1/3) pic.twitter.com/RWAAQ0C1RP
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) July 28, 2021
Con todo esto, el canciller cubano denunció públicamente que existe un movimiento contrarrevolucionario organizado y dirigido a través de la mencionada red social. Por esa vía se conecta con los operadores políticos responsables de tales acciones, desde Estados Unidos.
Por otra parte, advirtió a la Casa Blanca que no deben olvidar cómo la administración Trump fue objeto de hechos violentos por parte de «cibertropas que se organizaron en la Internet profunda; las cuales asaltaron el Capitolio en enero de 2021, convocadas por la mentira de que Biden arrebató la presidencia a Donald Trump».
?#??????????????, el club exclusivo de la subversión en #Cuba
Esta es una historia de cómo se fabrican los “héroes espontáneos” en las primaveras programadas desde los EEUU, y medios que funcionan al dictado, consciente o inconscientemente. pic.twitter.com/7cNU2CbskD
— Carlos Glez. Penalva (@cgpenalva) July 28, 2021
Golpe suave recargado
En los últimos años se han conocido casos similares de conspiración, operaciones psicológicas y coordinación de operaciones desestabilizadores a través de redes sociales y aplicaciones como Clubhouse en Cuba, de más reciente creación.
Por ejemplo, en el año 2014, cuando la ultraderecha derecha venezolana promovió los focos de disturbio denominados «guarimbas», también empleó Zello. Se trata de otra plataforma digital que permite conectar a cientos de usuarios en grupos de comunicación; al estilo de los viejos artefactos de radiocomunicación o «walkie talkie», como se les denomina en inglés.
De manera que, con esa tecnología, los dirigentes recurrían a esa tecnología para convertir teléfonos celulares, tabletas o computadoras; mediante la activación de canales públicos o privados con los cuales enviaban las directrices para la movilización de simpatizantes en las calles.
Mientras aquellas «guarimbas» de 2014 se encontraban en pleno auge, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), determinó el tráfico de unos 29 millones de mensajes, mediante plataformas de telefonía y datos móviles; de los cuales la mitad se generó en intercambio con servidores ubicados fuera de Venezuela.