28 genocidas de la última dictadura argentina (1976-1983), acusados de delitos de lesa humanidad como desaparición forzada, torturas y violaciones, fueron condenados a cadena perpetua el pasado lunes 27 de abril.
La audiencia tuvo lugar en Mar del Plata. Se hizo sin público por las medidas de aislamiento social producto del coronavirus, motivo por el cual los familiares de las víctimas de la dictadura, no pudieron asistir.
El juicio tuvo una duración de 2 años, cuando se inició el procedimiento contra 40 ex militares por un total de 272 delitos de lesa humanidad, de los cuales 133 personas se encuentran en calidad de “desaparecidas”, 28 cuerpos recuperados y 111 liberados tras ser encarcelados de manera ilegal.
Estos delitos fueron ejecutados en la llamada “Subzona 15”, área de operaciones de las fuerzas de represión de la dictadura ubicada en Mar del Plata.
En total, 28 genocidas recibieron cadena perpetua, 7 fueron condenados entre 7 y 25 años de prisión y 5 fueron absueltos.
Para el dictador Videla, esta “guerra de crueldad” fue un hecho necesario para que Argentina siguiera siendo una República. Del mismo modo fue un “acto de caridad” el robo de bebés que nacían en cárceles producto de la represión ilegal y su posterior entrega a familias desconocidas; motivo que sostiene hasta la actualidad la lucha de las madres y abuelas de plaza de mayo.