El presidente boliviano Luis Arce renovó la cúpula de las Fuerzas Armadas del país. Esta institución involucrada en el derrocamiento del presidente Evo Morales; así como en la represión del pueblo que se opuso al Golpe de Estado de noviembre de 2019.
El mandatario, andando en su línea de no atizar los rencores en un país todavía con la memoria fresca de los atropellos de sus militares, apuesta a que la institución vuelva a su misión institucional de salvaguardar la integridad del país y respetar los procesos democráticos.
El nuevo comandante en jefe de las FF.AA. será el general Jaime Zabala; quien en la toma de su juramento convocó a todos los bolivianos a “dejar de lado el odio y la intolerancia”.
El desafío de la nueva cúpula militar será de construir las condiciones que permitan que el pueblo vuelva a confiar en ellos.
El anterior Comandante en Jefe de las FF.AA. fue quien exigió la renuncia de Evo Morales y fue la institución militar que invistió a Jeanine Áñez con la banda presidencial en un acto que hizo recordar los episodios de otros tiempos en que los uniformados determinaban los actos de gobierno.
Arce expresó que “estamos seguros que trabajando juntos vamos a lograr ese objetivo y avanzaremos hacia adelante para salir de la crisis; y devolverle al pueblo boliviano la esperanza”.
Adicionalmente, el mandatario recién posesionado en el cargo mencionó que el ámbito militar debe “enfocarse en el desarrollo de capacidades y la interoperabilidad en temas como la gestión de riesgos por desastres naturales, el combate al narcotráfico y la seguridad en fronteras”.
«Hermano» presidente
Mientras tanto el nuevo Comandante en Jefe de las FF.AA. el General Jaime Zabala tomó parte de las palabras de Arce el día de su juramentación cuando dijo que hay que “rectificar lo que estuvo mal y profundizar lo que estuvo bien”.
Para remarcar la misión de una institución cuestionada por sus actos recientes en contra del pueblo, mencionó lo que determina la Constitución en su artículo 245: “la organización de las FF.AA. descansa en su jerarquía y disciplina militar; están sujetas a sus leyes y reglamentos militares y como organismo fundamental e institucional no realiza acción política en el Estado”.
Uno de los aspectos llamativos del discurso del nuevo Jefe de la cúpula militar fue cuando se refirió al mandatario como “hermano”; un apelativo potente en el contexto de una institución que actuó con la visión de concebir a los dirigentes del MAS como terroristas merecedores del martirio de la persecución y el aniquilamiento por pensar distinto.