Todo parece indicar que la pandemia de covid-19, lamentablemente, nos seguirá acompañando algún tiempo. A pesar de los esfuerzos de diversas naciones por dar con una vacuna contra el coronavirus, al menos en el corto y mediano plazo no se vislumbra una solución definitiva.
Por ello, se ha extendido el concepto de la nueva normalidad, mediante el cual los países combinan estrategias para lidiar con la enfermedad infecciosa, sin detener procesos fundamentales para la vida económica, política y social.
Uno de estas actividades, indudablemente, son las elecciones. Como es bien sabido, las votaciones son el mecanismo por excelencia de legitimación de los poderes públicos en cualquier sistema democrático.
Votos que no se detienen
En vista de la covid-19, el calendario mundial de elecciones se ha debido reajustar en distintas oportunidades. Sin embargo, a medida que la humanidad va conociendo mejor al virus, se han afinado también formas más efectivas de sobrellevarlo. Esto ha favorecido la realización de elecciones, en países de Asia, Europa y América Latina.
Lógicamente, no ha habido un formato único. Pero sí se han ido estandarizando algunas prácticas, que han resultado eficaces en términos de bioseguridad. Esto incluye: la dotación de gel desinfectante en los centros de votación, la logística necesaria para que haya distancia física entre las personas, el uso obligatorio de mascarillas y vísceras de protección facial. E inclusive, la habilitación de espacios abiertos, para que puedan votar las personas infectadas.
También se han incorporado recursos tecnológicos, lo que ha permitido el ejercicio del sufragio a través de correo electrónico. Y en algunos lugares, hasta se han extendido las jornadas de votación por varios días para evitar las aglomeraciones.
Camino al andar
Bien pudiéramos decir que, como dice el verso, en materia de votaciones en pandemia: se ha hecho camino al andar. Por lo menos alrededor de una decena de países en el mundo han realizado elecciones que van desde presidenciales, hasta referendos y primarias para la selección de candidatos.
Entre los países que han votado en pandemia destacan Corea del Sur, Rusia, Bielorrusia, Croacia, Francia, Estados Unidos y República Dominicana, entre otros. Y es que en el mundo ha habido claridad en torno a la necesidad de llevar a cabo los comicios, sin descuidar la seguridad epidemiológica.
La realidad ha demostrado que las elecciones no se pueden postergar indefinidamente, alegando la presencia de brotes. Esto, porque nada garantiza que al momento de reprogramar la votación, no pueda surgir otra cadena de contagios. Y, entonces, habría que volver a suspender, conculcando el derecho de la ciudadanía y manteniendo en el poder funcionarios o representantes sin ninguna legitimidad de origen.
Pautas a seguir
Además, ha habido ejemplos exitosos que de una u otra manera brindan pautas a seguir. Corea del Sur es uno de ellos, en la nación asiática no sólo se realizaron votaciones legislativas, el pasado 15 de abril, sino que la participación estuvo por encima del 65%. Se adoptaron todas las medidas de bioseguridad y el evento transcurrió sin sobresaltos.
En Rusia se llevó a cabo un referendo para enmendar la Constitución y extender el mandato presidencial del actual presidente, Vladimir Putin. Los comicios se llevaron a cabo combinando el voto presencial con el sufragio electrónico. La población pudo expresarse a pesar de la pandemia. Se aplicó un esquema de votación, durante 7 días. El proceso también se desenvolvió sin hechos que lamentar.
El pasado 5 de julio República Dominicana organizó un proceso electoral, para renovar la primera magistratura del Estado. En el país caribeño adoptaron un esquema de bioseguridad riguroso, que incluyó distanciamiento de dos metros entre votantes, desinfección de manos y lápices. Igualmente, hubo desinfección de los pisos en los centros de sufragio.
Análisis internacional
Esta temática ha sido objeto de debate y discusiones. En Argentina, la Asociación de Defensores del Pueblo (ADPRA), se ha pronunciado. Para esta organización, se trata de «encontrar nuevas formas de participación y organización de las elecciones que, respetando la legislación vigente, permitan realizar un proceso electoral seguro desde el punto de vista sanitario» y legítimo en cuanto a la aceptación de los resultados.
Asimismo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) participó, junto con la Organización de Estados Americanos (OEA), en la elaboración de una guía para la realización de elecciones en pandemia. El documento aborda aspectos que van desde: organización y administración electoral, uso de la tecnología, participación e inclusión, campaña electoral, comunicación, votación y escrutinio.
En el escenario de la nueva normalidad, el mundo, indistintamente de las tendencias ideológicas, se mueve hacia la realización de elecciones. Todo indica que no hay contradicción entre votación y prevención de la pandemia.
Venezuela, a través de su Consejo Nacional Electoral (CNE), se encamina hacia unas históricas elecciones legislativas el próximo 6 de diciembre de 2020. Estos comicios serán claves para afianzar la paz democrática.