La Comisión de los Derechos Humanos de la ONU reconoce el daño que hacen las medidas unilaterales y coercitivas de los EE.UU. a la economía venezolana.
El organismo admite esta situación en un documento presentado este miércoles en su sede ubicada en Ginebra, Suiza. En este informe se precisa que las denominadas “sanciones” han sido decisivas en el deterioro financiero del país.
El estudio se apoya en las cifras de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la cual detalló que en 2019 las «sanciones de EE.UU. provocaron la contracción de la economía venezolana en un 25%».
En aparatado del informe se dice lo siguiente: “el aumento de las sanciones económicas y financieras ha exacerbado la crisis económica y social preexistente al mermar recursos que podrían haberse utilizado para proteger más adecuadamente los derechos económicos y sociales y hacerlos plenamente efectivos”.
Crueldad calculada
El gobierno de Venezuela ha venido denunciado estas maniobras ilegales de Washington como acciones de guerra económica. Las mismas buscarían crear un escenario de crisis social que deteriore las instituciones del Estado y servir un “cambio de régimen”.
Para La Casa Blanca, las medidas unilaterales y coercitivas son una herramienta “para liberar al pueblo de Venezuela”; una tesis en la que bien están afiliados los sectores más radicales de la oposición nacional.
Venezuela denuncia que por efecto de las mal llamadas sanciones, el país ha sido despojado de sus empresas, bienes y reservas en el extranjero; y se le impide la contratación de bienes y servicios esenciales.
La diplomacia nacional ha llamado a esta estrategia como de “crueldad calculada” que cada vez más va apretando sus mecanismos para rendir de desesperación a Venezuela.