La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, declaró que le gustaría “deshacerse“ de la supuesta “actividad maligna” que perpetran Venezuela, Cuba y Nicaragua en la región.
Durante una presentación en el Atlantic Council, Richardson afirmó que el nexo que tiene Rusia con Venezuela, Cuba y Nicaragua existe “solo para apoyar la actividad maligna en la región”.
Al respecto, puntualizó que al Gobierno de Estados Unidos les gustaría deshacerse de eso y mitigarlo. Porque a su juicio estos nexos “no son buenos para las democracias”.
“Nos gustaría deshacernos de eso, obviamente mitigarlo, y no es bueno para la democracia”, dijo.
Asimismo, en su declaración la militar estadounidense cuestionó los sistemas democráticos en la región, al manifestar que le gustaría que todos los países de la región fueran «democracias prósperas”.
Además, Laura Richardson criticó el patrocinio de líderes de alto nivel que visitan estos países para supuestamente “fomentar más actividad maligna y promover una percepción negativa y disminuir la capacidad de la democracia”.
En estas declaraciones no solo hizo referencia a Rusia, sino también a las relaciones de China con países de América Latina y el Caribe. A juicio de la Administración estadounidense estos nexos son “desafiantes” para el país norteamericano.
Vale recordar, que a principios de marzo, la jefa del Comando Sur dijo en un testimonio ante el Congreso de su país que Rusia, China e Irán estarían socavando las democracias en América del Sur.
Es común que desde el Comando Sur practiquen declaraciones injerencistas contra Venezuela. Así lo denunció este fin de semana, el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció la intromisión irresponsable del Comando Sur de Estados Unidos en el Esequibo.
Padrino López precisó que el Comando Sur “deja clara su intención de continuar con ejercicios militares en el territorio Esequibo, inmiscuyéndose de manera irresponsable en una controversia donde solo tienen parte Venezuela y Guyana“.
Ante lo que recordó que ambas naciones asumieron en los Acuerdos de Argyle el compromiso de no involucrar a potencias extranjeras.
