Colombia es un país fascinante que lamentablemente resalta más por sus dramáticos excesos. Además de haber tenido el conflicto interno más largo del mundo y la oligarquía más violenta, tienen una cifra increíble de desaparecidos.
La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Comisión de la Verdad reveló que durante los años 1997 y 2005 desaparecieron 120 mil personas.
La cifra es un escándalo de proporciones trágicas para una supuesta democracia de políticos bien hablados, bien vestidos y amigos carnales de Washington.
En 8 años, la pretendida democracia colombiana presume la hazaña de haber desaparecido a más personas que todas las dictaduras del cono sur durante sus periodos de reinado marcial.
La cifra de 120 mil personas desaparecidas equivale a como si toda la ciudad de Zipaquirá hubiese abandonado sus casas hacia un exilio desconocido.
Al mismo tiempo esta población sin hallar justicia, convierte a la clase política colombiana en una estirpe de verdugos con más sevicia que todas las juntas militares al sur del continente, quienes al lado de sus colegas neogranadinos parecen unos aficionados boys scouts de la tortura.
El primer departamento
Pero no conformes con esta proeza de la historia poco conocida, ya que la peor prensa se la llevan los dictadores militares de otras épocas, de los 120 mil desaparecidos entre 1997 y 2005, 30 mil de ellos están registrado en el Departamento de Antioquia.
Estas cifras escandalosas adornan el paisaje de la violencia histórica que se ha puesto de relieve en las últimas semanas. La Jurisdicción Especial para la Paz determinó que durante los años 2002 a 2008 ejecutaron más de 6.400 personas bajo el esquema de falsos positivos.
Esta aproximación a la dimensión de la violencia en Colombia genera desencuentros con la presidencia de Iván Duque. El mandatario asegura de manera increíble que los falsos positivos no fueron tanto; y que según la fiscalía son poco más de 2 mil ejecuciones de personas inocentes durante el mismo periodo.