Las autoridades del gobierno de Colombia siguen adoptando una visión negacionista frente a la pandemia global de la covid-19. En pleno pico de muertes y contagios, la nación neogranadina dio luz verde para la reapertura de playas, piscinas y el turismo en general, a partir del recién iniciado mes de septiembre.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo colombiano, José Manuel Restrepo, confirmó a los medios de ese país, que desde el 1 de septiembre los operadores turísticos tienen licencia para trabajar. Igualmente, las playas y balnearios estarán abiertos al público, pero exigiendo normas de bioseguridad. No se permitirán las aglomeraciones.
Este plan de reapertura se enmarca dentro de una campaña nacional de promoción del turismo interno, bajo el lema: «Colombia sin ti, no es Colombia». Igualmente están previstas exoneraciones del IVA para los empresarios de este ramo. Todo está diseñado con el fin de incentivar una mayor actividad en las playas.
Ya algunas semanas antes, las autoridades colombianas habían sorprendido a propios y extraños con el inicio de una nueva normalidad, que incluyó la reapertura de restaurantes, iglesias y gimnasios. También para este mes de septiembre existen planes de reabrir los vuelos internacionales.
Récord de muertes
La situación en Colombia con el tema de la pandemia sigue siendo extremadamente delicada. La nación recientemente rompió récord de muertes diarias al registrar 389 fallecidos en una sola jornada. El país ya superó los 20 mil decesos y se ubica en el puesto 11 entre las naciones con más fallecidos por covid-19.
En el territorio colombiano se tiene registro de uno de los índices de contagio por cada 100 mil habitantes, más elevados del mundo. Este parámetro se ubicó en 1.256,88, un rango proporcionalmente similar al presentado por los EE.UU. como epicentro mundial de la pandemia (1.860,01).
Asimismo, Colombia se posicionó entre las 10 naciones del mundo con más contagios de covid-19 con 624.069 contagios. El modelo de salud colombiano es abiertamente privatizador e impone elevados costos para la realización de las pruebas diagnósticas. Asimismo, son extremadamente onerosos los gastos por hospitalización y terapia de los pacientes infectados con el coronavirus.
Venezuela es un país bloqueado por EE.UU. y hostigado por vecinos como Colombia, Brasil y Chile, entre otros. Sin embargo, ha logrado una gestión más eficiente frente a las amenazas de la covid-19. Nuestro país reporta 165,4 contagios por cada 100 mil habitantes y la tasa de mortalidad, también por cada 100 mil habitantes, se mantiene en 1,35.
La estrategia venezolana ha incluido despistaje masivo con más de 1,5 millones de pruebas realizadas gratuitamente y tratamiento temprano (gratis). Esta fórmula ha permitido cortar las cadenas de contagio, por un lado y favorecer una rápida recuperación de los activos. Más de 80% de los pacientes han superado la enfermedad (más de 36 mil personas) y solamente más de 8 mil ciudadanos están activos, en su gran mayoría asintomáticos.