La República de Colombia se ubica en el décimo puesto mundial de más casos positivos de covid-19 pero ese país padece otro gran mal.
Antes de la aparición del coronavirus, la nación suramericana sufría de un terrible flagelo: la violencia, impulsada por el conflicto armado, narcotráfico y paramilitarismo.
Colombia es el país con más desplazados internos, los grupos irregulares dominan territorios, sectores económicos y tienen participación activa en la política.
Nueva masacre
Wilfredo Cañizarez, director de la Organización No Gubernamental (ONG) Progresar, grupo paramilitar Los Rastrojos, asesinó a 6 personas en Cúcuta.
“Hemos podido confirmar la ocurrencia de una nueva masacre ocurrida en el Puente Angosto, municipio Puerto Santander, área metropolitana de Cúcuta”, explicó.
El luchador de derechos humanos manifestó que “6 personas fueron vilmente asesinadas. ¿Hasta cuándo?”, escribió en su cuenta en la red social Twitter.
Hemos podido confirmar la ocurrencia el día de ayer de una nueva masacre ocurrida en el sector Puente Angosto, municipio de Puerto Santander, Área Metropolitana de Cúcuta. Seis personas fueron vilmente asesinadas. Hasta cuando!!!
— WILFREDO CAÑIZARES (@wilcan91) August 4, 2020
Frontera con Venezuela
Los Rastrojos son un grupo narcoparamilitar que hace vida en los municipios fronterizos entre Colombia y Venezuela, con mucha presencia en el Norte de Santander.
Cañizarez denunció que esta organización criminal «tenía instalado un puesto de cobro extorsivo a contrabandistas«.
Aún ha sido imposible identificar a las víctimas porque el miedo que infunden estos grupos irregulares en las poblaciones les impiden hacer denuncias.
“A pesar de ser un sector del área metropolitana, a una hora de Cúcuta, ha sido muy difícil tener claridad acerca de los hechos ocurridos. Hay mucho miedo en la comunidades«, relató.
Entre el crimen y covid-19
La nación colombiana es víctima de la criminalidad, de los grupos subversivos, del narcotráfico, que representa el 75% de la producción mundial y del paramilitarismo.
Recientemente Álvaro Uribe se convirtió en el primer expresidente en ser procesado bajo el régimen de arresto domiciliario por sus vínculos con el paramilitarismo.
Por qué será que el uribismo y muchos ciudadanos, repiten como loros que Uribe acabó con la guerrilla? En el 2017 se desarmaron 6.900 guerrilleros de las FARCEP, el ELN es mas fuerte que nunca y el EPL mantiene su presencia en Norte de Santander. Entonces?
— WILFREDO CAÑIZARES (@wilcan91) August 5, 2020
Son décadas de incontables denuncias sobre fraudes electorales, compras de votos, vínculos del narcotráfico con la política, sicariato y crímenes connotados de líderes políticos y sociales.
Además de ello la pandemia ha desnudado la maldad de su sistema económico que prioriza el capital por encima de la vida.
Colombia suma más 300 mil casos de coronavirus y más de 10 mil fallecidos, reflejando un crecimiento exponencial que lo ubica en la décima casilla mundial.