El movimiento palestino de resistencia islámica, Hamás, aceptó parcialmente el acuerdo propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logrando así un crucial alto al fuego para poner fin a la devastadora guerra de genocidio de Israel en la Franja de Gaza.
Este desarrollo representa un punto de inflexión significativo en el conflicto, estableciendo una hoja de ruta tentativa para la desescalada y el alivio humanitario en el territorio asediado. La primera fase del pacto arrancará a las 00H00 (hora local) de este jueves y se centrará en el intercambio de prisioneros, un paso crítico hacia la confianza mutua.
Efectivamente, esta etapa inicial contempla la liberación de 48 rehenes israelíes a cambio de 1.950 palestinos que Tel-Aviv mantiene en cárceles sionistas. Este intercambio masivo subraya la magnitud de las negociaciones y la urgencia de ambas partes por asegurar la vida de sus cautivos.
Un comunicado emitido por Hamás, inmediatamente después de las intensas negociaciones que tuvieron lugar en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, detalló los puntos clave que la Resistencia ha aprobado.
En primer lugar, el acuerdo exige un cese completo de la guerra en Gaza. Además, garantiza la retirada total de las fuerzas de ocupación israelíes del territorio gazatí. Asimismo, el pacto busca garantizar la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria, una necesidad apremiante dadas las condiciones catastróficas en Gaza. Finalmente, el acuerdo establece los términos para implementar el intercambio de prisioneros.
El presidente estadounidense Donald Trump, utilizando sus redes sociales, confirmó la noticia. En efecto, el mandatario informó que «los rehenes serán liberados muy pronto e Israel retirará sus tropas hasta la línea acordada».
No obstante, la resistencia palestina mantiene su firme postura y exige la «retirada completa» del Ejército de ocupación israelí de toda la Franja de Gaza, lo cual sugiere que aún quedan puntos de fricción importantes en las fases posteriores.
De hecho, la Casa Blanca ha anunciado que el propio Donald Trump viajará a Asia Occidental en el contexto de este «acuerdo de paz», un gesto que resalta el peso diplomático que EE.UU. otorga al pacto.
Las negociaciones, celebradas en Egipto, contaron con la mediación clave de ese país, además de Qatar y Turquía. Estos actores regionales han enfocado sus esfuerzos en poner fin al conflicto, la campaña de exterminio y la ocupación israelí de una vez por todas.
Anteriormente, Fawzi Barhoum, uno de los voceros del movimiento palestino, reiteró una posición que se mantiene inamovible: un pacto solo será posible si la guerra termina definitivamente e Israel se retira de Gaza.
Por consiguiente, este acuerdo marca el inicio de un proceso complejo, donde la implementación total de la retirada israelí definirá el éxito a largo plazo. Por lo tanto, la comunidad internacional observa con cautela la materialización de este alto al fuego y sus fases subsiguientes.