En los últimos días, la relación entre el magnate Elon Musk y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado mucho de qué hablar y, es que ambos se encuentran en una intensa confrontación pública, utilizando las redes sociales para atacarse.
Según medios internacionales la disputa se originó a raíz de las críticas de Musk al proyecto de ley presupuestaria impulsado por el jefe de Estado, que busca reducir impuestos a costa de un aumento significativo del déficit fiscal.
Aunque Musk apoyó a Trump durante su campaña y, además, trabajó por unos meses en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), su relación se deterioró notablemente. Bajo la administración de Trump, Tesla se ha visto afectada directamente por la eliminación de ayuda a vehículos eléctricos en EE.UU., lo que ha contribuido a una “grave crisis” en la compañía.
Tensión en aumento
La tensión entre ambos magnates creció cuando el inquilino de la Casa Blanca amenazó con suspender contratos y subsidios gubernamentales a las empresas de Musk. Por lo que la respuesta de Musk no se hizo esperar, el multimillonario replicó con la amenaza de desmantelar la nave espacial Dragon, utilizada por SpaceX para transportar astronautas de la NASA al espacio.
“La forma más fácil de ahorra dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, escribió el presidente de EE.UU. en su red social.
A lo que Musk respondió: “Esto se pone cada vez mejor. Adelante, hazme el día”. Además, también comentó: “Sin mí, Trump habría perdido la elección. Que ingratitud”.
Este conflicto deja en evidencia la fractura en la relación entre las 2 figuras influyentes, con implicaciones potenciales para las empresas de Musk y la política económica del país.