Claudio Fermín es de los que no se dejan arrinconar por el chantaje de los estigmas; o al menos así lo expresó en su entrevista con Ernesto Villegas en el programa de este domingo.
Sobre qué piensa de los que le dicen “chavista”, el político opositor respondió que “hay gente que cree que decirle a uno chavista es un insulto como antes era decir adeco”, sin reconocer con ello alguna simpatía escondida por los revolucionarios; sino como una reflexión en la que apunta a la polarización como una dinámica segregacionista que impone etiquetas y excluye a las posiciones distintas al radicalismo opositor que solo sabe exigir bloqueo y violencia.
Fermín asume que el terreno de oponerse al gobierno del presidente Nicolás Maduro en términos nacionalistas o moderados no es un oficio fácil; y más en medio del discurso hegemónico de la polarización.
“La tarea de defender, la tarea de ser y hacer las propias reflexiones es un derecho que se ejerce no de manera suave; esos derechos se ejercen a veces contra corriente, son un desafío”, resumió Fermín.
Para limar ese proceso de excluir en función de las diferencias políticas, el dirigente del partido Soluciones para Venezuela aludió el ejemplo de la madre venezolana; que teniendo un hijo chavista, una hija justiciera y otro adeco, los quiere a todos por igual.
Remarcó su posición contra el bloqueo financiero que castiga a Venezuela; y ratificó que debe ser tarea de la próxima Asamblea Nacional trabajar para pedir en todos los terrenos el cese de esa política promovida también por venezolanos que tienen las rodillas gastadas de tanto suplicar en Washington para que castiguen a su propio país.
Nostalgia blanca
La entrevista de Ernesto Villegas a Claudio Fermín se difundió justamente este 13 de septiembre, fecha en que Acción Democrática celebra su aniversario.
Aprovechando la ocasión, Ernesto le preguntó a Claudio sobre la tolda blanca; partido al que perteneció muchos años y del que llegó a ser candidato presidencial y dos veces expulsado.
Pero además de mencionar esto, la pregunta le sirvió a Fermín para hacer una reflexión sobre la tradición política de los partidos a dividirse cuando no consiguen conciliar sus diferencias internas; una situación que describió como una cultura contradictoria entre quienes calificándose de demócratas no son capaces de cohabitar con otros que piensan diferente.
Sobre si volvería a las filas de AD, Fermín lo descartó; aun cuando no dejó de revelar su simpatía histórica por una organización a la que le reconoce todavía tener un cúmulo de afectos, simpatías y enseñanzas personales.
¿Pacto con el chavismo?
Sobre el caso hipotético de ser electo diputado este 6 de diciembre y del posible escenario de presidir el parlamento; Claudio Fermín se mostró dispuesto a trabajar por una AN con vocación unitaria para resolver los problemas esenciales del país.
Consultado sobre si pactaría con el chavismo, no descartó la posibilidad; ya que se describió como un activista del diálogo y el pacto como un mecanismo civilizado y moderno por sobre los atajos de la violencia.
Describió los pactos o acuerdos como mecanismos viables y necesarios a pesar del estigma histórico de otros convenios políticos; que fundamentalmente han sido suscritos entre élites y no promovidos por los ciudadanos.