La construcción del puente comenzó en 2016. La longitud de la parte rusa del puente es de 540 metros, más 13 kilómetros de caminos de acceso. La parte china del puente es de 5,9 kilómetros junto con las carreteras. El tráfico planificado es de 800 automóviles por día. A través de este puente se prevé exportar productos de soja y polímeros de Rusia hacia China.
Se consolida entonces sobre el río Amur, la construcción del único puente automovilístico entre Rusia y China, así lo dijo el gobernador de la región de Amur, Vasili Orlov, en la apertura del Foro Económico de Amur.
A pesar de que la construcción ha finalizado, el tráfico por el puente todavía no funciona, dijo al portal ruso BFM.ru el periodista local de la región de Amur, Anton Silvonik.
Además se espera que después de la puesta en marcha, programada para la primavera de 2020, el tráfico se abrirá primero para el transporte de carga pesada que lleven mercancía, mientras que los automóviles que no sean de carga podrán usar el puente dentro de un año y medio, aproximadamente.