La empresa china Gezhouba suspendió la construcción de dos represas en Argentina, ante la negativa del presidente Javier Milei a firmar los contratos necesarios para continuar la obra. Esta es considerada la primera medida del Gobierno chino contra el mandatario argentino.
Gezhouba tenía a su cargo la construcción de 2 represas en la provincia argentina de Santa Cruz. Esta obra era considerada como la obra más importante de China fuera de su territorio.
Las obras de construcción de las centrales hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz fueron adjudicadas a Represas Patagonia por la estatal Energía Argentina (Enarsa).
La construcción de las represas arrancó en el 2013 bajo el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, con el cambio de mandato de Mauricio Macri se paralizó.
Posteriormente, bajo el Gobierno de Alberto Fernández volvió a operar pero a un ritmo lento y un financiamiento mínimo. Al tiempo que se negociaban la actualización de los contratos.
Ahora, con la llegada de Javier Milei a la Presidencia de Argentina la negociación de los contratos con la empresa china se vieron afectados. En especial, porque una de las medidas anunciadas por el mandatario fue no financiar más obras públicas con recursos del Estado.
Ante este panorama, Gezhouba abandonó el país y se llevó a los ingenieros, operarios y directivos que estaban en territorio argentino, lo que generó el despido de al menos 1.800 trabajadores. Aunque, dejarán una dotación mínima hasta que alcancen un acuerdo con el Gobierno de Argentina.
“Prescinde momentáneamente de parte del personal vinculado al proyecto, manteniendo una dotación en las obras con mínima actividad para garantizar su continuidad», citó el comunicado de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) Represas Patagonia.
Asimismo, añadieron que el Estado argentino «está cumplimentando» las condiciones necesarias para la continuidad de los desembolsos por parte de Gezhuba. Por lo que una vez resueltas esa situación, «se podrá comenzar a recuperar los puestos de trabajo, sumar nuevos y aumentar las actividades».
La decisión de abandonar Argentina por parte de la empresa china sería la primera de una serie de “durísimas represalias que el gobierno de Xi Jinping no descarta ejecutar”. Así lo alertó una fuente al medio La Política Online.
«El posicionamiento geopolítico de Milei se agrava a los ojos de China ante la posibilidad que Donald Trump recupere la presidencia de Estados Unidos. Su alineamiento total con el republicano no es un tema menor para Xi Jinping», explicó a LPO un diplomático relacionado al gigante asiático.
Existe una posibilidad de que el Gobierno argentino quede endeudado con China, que si decide cobrar la deuda se podría comprometer la compra de soja y carnes a Argentina.