El futuro después de la pandemia parece claro desde China. Para la nación asiática la nueva normalidad en el orden global debe ser el de la cooperación, el diálogo y el futuro compartido. Estas fueron las coordenadas descritas por el presidente chino Xi Jinping en su presentación ante la Asamblea General de la ONU, en un mensaje grabado, como ha signado el protocolo atípico de la cumbre internacional más importante del año.
El líder chino remarcó que la pandemia ha puesto de relieve el sistema de gobernanza global; el cual se ha visto seriamente vulnerado por el unilateralismo estadounidense.
“La gobernanza global debería fundamentarse en el principio de consulta, cooperación y beneficios para todos, de manera amplia para promover la igualdad de derechos y de oportunidades”, dijo Xi Jinping.
Adicionalmente remarcó que “debemos mantenernos fieles al multilateralismo y defender el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas como elemento central”; una declaración determinante en momentos en que países como EE.UU. pretenden apropiarse del derecho internacional para agredir a otros Estados.
Potencia responsable
Xi Jinping no desestimó que las potencias mundiales compitan entre sí, pero destacó que las naciones poderosas “deben estar a la altura de las expectativas de las personas”.
Sin mencionar a nadie directamente, la audiencia entendió a Xi cuando dijo: “es normal que haya discrepancias entre los países pero hay que resolverlas por medio de diálogos y consultas. Las competencias existen pero deben ser positivas y virtuosas”.
Sobre este decálogo de buenas costumbres y diplomacia, el líder chino agregó que “al entrar en competencia, los países no deberían conculcar los límites morales e internacionales”; un llamado pertinente en este momento estelar en el que Washington opera como un agente perturbador de la paz y el entendimiento global.
Sobre este panorama, Xi Jinping describió la receta china para el crecimiento que consiste en “el desarrollo pacífico, abierto, cooperativo y compartido”, sin la ambición de la hegemonía ni la expansión.
Sin ánimos de pelear
A pesar de las provocaciones de EE.UU. en contra de China; a la cual ha atacado en un esquema de guerra comercial y diplomática, el líder chino destacó que la posición de Beijing no es la del conflicto; por lo que dijo a quienes esperan sacar a China de su paciencia inmutable que “No tenemos la menor intención de entrar en una guerra fría ni en una guerra caliente con ningún país. Al contrario, siempre persistimos en resolver las diferencias mediante el diálogo”.