En medio de las tensiones y la angustia global generada por la pandemia del Covid-19, llegan buenas noticias. China registró su primer día sin fallecidos ni nuevos casos de contagio en ninguna de sus provincias, desde la aparición del virus en el mes de enero en la ciudad Wuhan.
La buena nueva, sucedió un día antes del levantamiento de las restricciones de movilidad en los territorios que se catalogaron como focos de contagios y representa un esperanza para los cientos de naciones que hoy combaten el virus.
Las medidas de prevención y contención del virus en el gigante asiático, sorprenden a propios y extraños por la eficacia de los resultados. Siendo la primera nación en lograr controlar la curva de contagio en tiempo récord, luego de ser el principal el foco de la pandemia.
Otro indicador importante en la mitigación del Covid-19, es el número de pacientes recuperados. Dato que denota los niveles de democratización del acceso a la salud y la calidad de los cuidados y tratamientos médicos, que en el caso de Chino contó con la cooperación del gobierno cubano, que facilitó el exitoso medicamento “Interferón Alfa”.
Esta demostración de control y eficiencia del gobierno de Xi Jinping y su empeño en tejer redes solidaridad para sobrellevar la crisis mundial; parecen justificar los ataques del gobierno estadounidense, que lastimosamente ha elegido el camino del “sálvese quien pueda”.