La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, declaró que se debe investigar un posible uso excesivo de la fuerza en por parte de la policía, a lo que el gobierno de China, calificó como una «injerencia inapropiada en los asuntos internos» del país asiático.
«la experiencia global muestra que si los gobiernos y las fuerzas de seguridad tratan a sus pueblos como enemigos, ellos pueden convertirse en enemigos. El uso de la fuerza rompe la confianza: en las instituciones, en los líderes y en el Estado de Derecho que en lugares como Hong Kong y mi propio país, Chile, son tan apreciados (…) la rendición de cuentas es clave, tanto en el caso de denuncias de fuerza excesiva por parte de la policía como de violencia por parte de personas que conducen a la muerte, lesiones graves o daños graves”, publicó la comisionada en un artículo de opinión en el periódico South China Morning Post, lo que generó la respuesta oficial por parte del gobierno Chino.
Por su parte la delegación china en Ginebra mostró su oposición al documento escrito por la funcionaria, ya que incluye «comentarios inapropiados sobre la situación en la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China e interfiere en los asuntos internos de China y viola los propósitos y principios de la carta de las Naciones Unidas».
Igualmente, el comunicado chino apunta que el Gobierno «está decidido a salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo, así como a aplicar el principio de ‘un país, dos sistemas’ y a oponerse a toda injerencia extranjera en los asuntos de Hong Kong»