Se caen las caretas moralistas en Chile, ya que este jueves un informe de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), reveló depósitos a una fundación relacionada con ‘Caso Convenios‘, una trama de supuesta corrupción e irregularidades en el traspaso de subvenciones públicas a organizaciones privadas en las que está involucrada Irina Karamanos, la expareja del presidente de Chile, Gabriel Boric.
Este nuevo escándalo de corrupción que sacude las altas esferas del poder en Chile, surge cuando descubren en las investigaciones del caso que Karamanos habría realizado 5 abonos sospechosos a una cuenta de la Fundación ProCultura, institución que dirigía mientras mantenía una relación personal con el mandatario y que, precisamente, dejó de funcionar tras denuncias de contrataciones irregulares y de la adjudicación de convenios con sobreprecio.
Al destaparse esta situación que salpica al presidente chileno, Gabriel Boric, su expareja publicó en la red social X que no tenía nada que ver con eso. “En relación con la publicación de El Mostrador (medio que divulgó la investigación), niego categóricamente haber abonado monto alguno a la Fundación Procultura, entidad a la que presté servicios desde mayo de 2021 a febrero de 2022 por un monto de 973.500 pesos mensuales (unos 1.000 dólares)”, escribió.
Sin embargo, la PDI, tras una exhaustiva revisión contable, detectó estos abonos que ocurrieron durante la campaña presidencial de Boric. Ante estos hallazgos, la justicia citó a Karamanos a declarar en calidad de imputada.
Entretanto, en una entrevista radiofónica, Boric defendió a su expareja. «Yo por lo menos tengo la tranquilidad y duermo plenamente tranquilo de que nosotros jamás hicimos ningún tipo de financiamiento irregular de la política, pero no basta con que lo diga yo», aseveró el presidente, que pidió que «se investigue todo».