Carnaval informático |Por: Luis Britto García.
Comiquita
Enciende usted el televisor. La merengada cuántica que preparan las Cucarachas Mutantes de Marte fluidifica la pantalla: a través de ella irrumpen en su sala Monstruos Descerebrados de Saturno: luchan contra Superhéroes Radioactivos de Titania y Hombres Relámpago del Imperio de la Tiniebla: utilizando el Colimatrón Metafísico como Bomba de Armagedón disparan rayos imantadores mientras usted se esconde tras el sofá cama pretendiendo ser una almohada: Pirámides Ortogonales de los Robots con Mal Aliento de Tuguria inician la cuenta recesiva que activará la supernova en el corazón del Sol: máquinas del tiempo frenan y aceleran cruzando el espacio de la sala: pero inútilmente: la princesa Metatrón sigue en animación suspendida prisionera en el Cristal Cegador del Asteroide de Sombra.
Usted dispara el cambiacanales: desde la pantalla paralela saltan Ciberperros Sarnosos en furiosa reyerta contra Dinosaurios Chismosos de Alfa y Saltapericos Sicotomiméticos de Sélene: el obús que dispara Cerebros Malignos contra el Planetoide Poético produce un choque de Cometas con Complejo de Culpa contra el ejército de los Bidés con Caspa Rebeldes de Venus: las Alcachofas Antropófagas invaden a los Chicharrones Fractales del planeta Mongo. ¿Será posible que escapen de nuevo Megamuerte, Superapocalipsis e Hipervómito de la trampa mortífera que les ha tendido la identidad secreta del Hombre Bachaco? Pero inútilmente: la princesa Zohar continúa en su muerte traslúcida cristalizada en el magma de los volcanes fundentes de la Estrella Asesina.
Usted descubre que la batidora eléctrica puede ser utilizada como Lanza Paralizante contra Zanahorias Hiperquinéticas de la Quinta Dimensión, Chiripas Alucinatorias de Internet, Morrocoyes Kabuki de Kentucky y Bacterias Ladronas de Cerebelos de Próxima Centauri: es en cambio inútil ante las Lechozas Atentatorias contra el Pudor de Ganímedes y los Dragones que no se cambian las medias de Tramalfador. Usted descubre que puede ser convertido en rayo de protones: devorado por Sanguijuelas Fotónicas de los espejos: sorbido por Demonios Talla Unica de las cañerías: disparado de una a otra dimensión contradictoria en el Ping Pong aleatorio de los Torbellinos Antipáticos de Sélene: iluminado por los superinteligentes Reboots de Mainframe: pero su sacrificio será en vano: la princesa Maya continúa en su trance luminoso fulgurando en las Gemas Satánicas de la Dualidad en el centro del vórtice de las contradicciones del Nahuatl.
Usted corre entre Gusanos Maleducados de Tirteo: vuela sobre Alimañas Desconsideradas de los bajos fondos de Tokyo: salta sobre Esponjas Mordelonas de la Burocracia de Proserpina: despista a Ciborgs Latosos del Laberinto de Megalópolis: esquiva Gigantes Enanos de Fobos que atomizan a Enanos Gigantes de Deimos: escapa de las redes de Arañas Aburridas del Planeta Matemático: corta el gran cable alimentador de electrones del Tubo Catódico del Receptor Televisivo: mas para nada: la princesa Éter se diluye en un punto fulgurante incapaz de interrumpir su delirio cataléptico en la marejada de antimateria de la Nebulosa del Cero.
Todavía recoge usted con la aspiradora cadáveres virtuales de Medusas Catatónicas y espectros hiperdensos de Acéfalos Enmascarados y esqueletos protónicos de Estrellas Enanas que percuden la sala y se pregunta si tendrá valor para conectar de nuevo el televisor y sobrevivir a un nuevo aluvión de fuere lo que fuere. Sí, mañana, en el mismo canal, como todos los días, a la misma hora.
Ciberpolítica
Ahora la teoría política siempre parejera postula modelos cibernéticos o sea según Norbert Wiener, Ross Ashby y Karl Deutchs el Estado es un sistema informático que proporciona respuestas a las peticiones que se le formulan.
Yo no sé si el sistema político se parece a una computadora pero sí advierto que mi computadora parece un sistema político.
Será porque a la mayoría de las peticiones contesta con la imagen del relojito de arena que dice Espere para que uno desespere.
Cuando se selecciona un programa sale con otro que nadie ha llamado.
A cada momento me pide Aceptar, lo que resulta irónico porque aunque no aceptemos hace lo que le da la gana.
Con cada actualización se pone más desactualizada.
Tarda infinitamente en arrancar, pero una vez encendida no quiere apagarse.
Si quiero cambiar algo me advierte que es imposible porque se trata de una Copia de Sólo Lectura.
Cuando le da la gana se desconecta y me exige un laberíntico proceso para demostrar que no soy un robot pero ella jamás me ha probado que no es un robot ni tampoco en realidad qué sea.
A cada momento se niega a abrir contenidos porque dice que son peligrosos.
Cuando más la necesito palidece y se pone como si no existiera.
Prometió la computadora que a través de ella conoceríamos todo pero resulta que mientras más computamos menos sabemos sobre ella mientras que ella sobre nosotros sabe todo.
Lo mismo ocurre con todos los gobiernos, salvo el nuestro.
Omnisciente
Allá va el hombre que de repente puede sentir las radiaciones todas del espectro desde los neutrones hasta los rayos gamma pero además percibe todos los pulsos electromagnéticos todos los cuantos todos los neutrinos que vienen de las galaxias que corren fuera del horizonte de los eventos todos los aromas de los elementos químicos y de las combinaciones de ellos todas las emisiones ondulatorias de radio radar televisión que se entrecruzan a nuestro alrededor y a las cuales somos tan dichosamente sordos o ciegos o podemos apagar con un botón. Quién pudiera apagarme suspira el Hombre Receptor abrumado pero cada vez que intenta dejar el torrente de torrentes que se vierten en su conciencia alguna melodía lo atrapa, algún hábito lo esclaviza. De la omnisciencia no hay escape.
Cookies
De repente las computadoras gracias a la infinidad de cookies que alojan no sólo conocen todo sobre nosotros sino además por extrapolación saben todo lo que hemos sido y lo que seremos de manera que vivir se hace inútil.
Inconcluso
A medida que nos internamos en la vida vamos dejando actos inconclusos. Hubo la novela que no terminamos o el gran amor que dejamos en suspenso. Al paso que acumulamos días amontonamos iniciativas inacabadas. Esto o aquello dejó de interesarnos o dejamos de interesarle. Quedó por terminar la Utopía o la Teoría del Todo. La vida es lo único que nunca queda inconcluso.
Homenaje a Martin Niemoller
Las máquinas sustituyeron a los trabajadores
Y yo no dije nada, pues no soy trabajador
Suplantaron las máquinas a los artistas
Magnífico negocio, pues yo no soy artista
Las máquinas dejaron sin trabajo a los científicos
Nada podía importarme, pues yo no soy científico
Las máquinas suplantan a los capitalistas
¿A quién podré pedir ayuda ahora?
LUIS BRITTO GARCÍA
Carnaval informático |Por: Luis Britto García.
ÚN.