La convocatoria a elecciones regionales en Venezuela tiene la propiedad potente de sacar del silencio a los políticos opositores guardados en la reserva; y al mismo tiempo generar un proceso de reflexión que los expone claramente a sus contradicciones.
Esta vez el que vuelve al ruedo para revelar sus aspiraciones es Carlos Ocariz, quien luego de 4 años de apariciones discretas, remarca la necesidad de votar.
El dirigente de Primero Justicia buscaría competir por la Gobernación de Miranda, una misión para la que se quedó corto en 2017 ante Héctor Rodríguez, quien regresó al chavismo al poder después de 8 años de caprilismo.
El debate de ir a elecciones expone a la oposición al terreno odioso de sus propias incongruencias, ya que están al frente de la titánica tarea de convencer a sus simpatizantes de que ahora sí es conveniente ir a votar a pesar de que dicen no confiar en las garantías electorales para hacerlo.
¿Van o no van?
Ocariz, un prócer de la abstención y ejemplo de mal perdedor se erige ahora como un referente ético que cambió de opinión. Asegura que ahora está enfocado en las elecciones y en buscar las condiciones para unos comicios “libres y justos”.
Durante este trance de coqueteo electoral, Ocariz descubrió, a lo mejor ya más maduro, que más importante que las candidaturas es el liderazgo.
“El liderazgo es mucho más importante que una candidatura, y el liderazgo no es algo que se decreta en el G4 ni en la Unidad, y Venezuela necesita de muchos liderazgos fuertes; y hoy en día no los hay”, confesó Ocariz.
Sobre si competirá en las regionales, tanto amague dicen que sí, pero formalmente todavía sigue sin confirmarlo; y sobre la inquietud de si lo hará la oposición, solo se le ocurrió la muy criolla metáfora de decir: “que cada borracho se sirva su trago”, dejando servido con ello que él solo responde por sí mismo.
¿Qué más condiciones quieren?
Hasta ahora el debate dentro de la oposición radical es la de buscar más garantías electorales para las regionales; y que estas se den. Al mismo tiempo reconoce que la palabra “condiciones” es muy grande y que se trata de un desafío “muy subjetivo”.
Ocariz, en un despliegue de indefinición que no aclara sino que oscurece, refirió que en el seno de la oposición radical deben darse 2 elementos esenciales para competir: unidad real y condiciones electorales.
La segunda parece más un enunciado general convenientemente sin definir, y que sirve de argumento para abortar siempre la participación, quedando como sugerido que la única forma en que estarían persuadidos para participar es que el chavismo no compita.