Para el político venezolano antichavista, Henrique Capriles Radonski, sostener espacios de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro Moros, es fundamental para “redemocratizar el país”.
En entrevista para el medio de comunicación español, El País; Capriles reivindicó el diálogo como un proceso intrínseco la política necesario para solventar la crisis en la nación suramericana.
“Este es un proceso de generar confianza. En la medida en que tú vas demostrando que estás dispuesto a redemocratizar el país, vamos rescatando la política”, expresó el excandidato presidencial.
Hay que cambiar la estrategia
En torno a esto, afirma que las acciones violentas de la derecha venezolana causaron el debacle de la oposición; específicamente la intentona de golpe de Estado del 30 de abril 2019, liderada por Juan Guaidó y Leopoldo López, que contó con el auspicio del gobierno de Estados Unidos (EE.UU.).
En consecuencia; manifiesta que es necesario cambiar de estrategias para poder solventar la situación que vive el país.
“La unidad no es simplemente una foto. Si yo tengo que hablar con chinos, rusos, turcos o con los cubanos que a mí nunca me han querido, con cualquier persona que piense distinto a mí, incluso regímenes autoritarios, para parar la tragedia que vive Venezuela, yo lo voy a hacer. Ese es el trabajo de un político”, puntualizó.
«Las sanciones no tumban gobiernos»
Asimismo, Capriles Radonski se refirió a la persecución económica de la Casa Blanca con Venezuela y afirmó que no ha generado los resultados deseados, sino que ha atentado contra la estabilidad del pueblo venezolano.
“Las sanciones por sí solas no tumban gobiernos (…) Hay quien pensó que iban a generar un quiebre en el Gobierno. Hay que ser muy cuidadoso de que si aplicas sanciones fuera del Gobierno no afecte al tejido social, que lejos de fortalecer a los venezolanos en la lucha contra Maduro, los debilita».
Finalmente, Capriles Radonski insistió en que las sanciones aplicadas en el país han afectado más que al gobierno, al pueblo; por lo que sentencia en Venezuela, la acción de coerción ha tenido «el efecto contrario».