El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello Rondón, sentenció que el destino de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, es terminar en una cárcel de Estados Unidos. Durante la emisión número 536 de su programa «Con el Mazo Dando», afirmó que las acciones irregulares de la gestión del presidente salvadoreño, incluyendo el secuestro de migrantes venezolanos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), le pasarán factura.
«El destino de Bukele es la cárcel. Estados Unidos se la va a cobrar en cualquier momento», aseveró Cabello con firmeza, y añadió que Bukele «es un bolsa que cree que los gringos lo van a apoyar toda la vida.» Esta declaración subraya la convicción de Cabello de que las alianzas políticas son efímeras y que Estados Unidos actúa por sus propios intereses.
«Ese señor va a terminar en la cárcel en Estados Unidos», pronosticó Cabello, recordando la historia de otros líderes que, según él, EE.UU. utiliza y luego desecha. «Son lo que utiliza EE.UU. y después los desecha y los mete en la cárcel, pero un bobo como este cree que se puede sentar de igual a igual.» La retórica de Cabello enfatiza la supuesta hipocresía de la política exterior estadounidense y la ingenuidad de aquellos que creen en su apoyo incondicional.
Cabello también trajo a colación el caso de Karla Bukele, hermana del mandatario salvadoreño. Destacó que ella huyó de El Salvador tras denunciar a su propio hermano «por narcotraficante y consumidor de droga. «Él hizo que su hermana se fuera de El Salvador», recordó Cabello, sugiriendo que las acciones de Bukele no solo tienen implicaciones políticas, sino también graves repercusiones familiares. Esta acusación, además, busca deslegitimar aún más la figura del presidente salvadoreño al asociarlo con actividades ilícitas y conflictos personales.
Patrón de conducta
Además, Cabello enfatizó que la administración de Bukele exhibe un patrón de conducta autoritaria y represiva. Citó el caso del CECOT, un centro de detención que ha recibido críticas internacionales por sus condiciones y por la detención de personas sin debido proceso. La mención de los migrantes venezolanos en este contexto sirve para vincular directamente las políticas de Bukele con un trato inhumano hacia los ciudadanos de su propio país, reforzando la narrativa de un líder con tendencias dictatoriales. En consecuencia, la postura de Cabello se solidifica, presentando a Bukele no solo como un títere de Estados Unidos, sino como un violador de derechos humanos.
Finalmente, Cabello reafirmó su postura, reiterando que la política estadounidense es volátil y que sus aliados temporales suelen enfrentar consecuencias adversas. Argumentó que Bukele, al igual que otros, terminará pagando por sus acciones una vez que ya no sea útil para los intereses norteamericanos. Por lo tanto, el destino de Bukele es, según Cabello, ineludiblemente el de una figura desechada y encarcelada por aquellos a quienes sirvió.