La emergencia del mundo multipolar no está exenta de competidores geopolíticos, de hecho está exacerbada por estos, y con ello, la disputa por los territorios, en este caso, de la tecnología, la seguridad del ciberespacio y el comercio en el ámbito económico; donde además, la seguridad climática y energética, la biodefensa y del suministro alimentario, son transversales en la competencia internacional por recursos, bienes naturales o comunes, indispensables para construir superioridad, bien sea, unipolar o pluripolar y con ello, ascender al control de los espacios para mantener viejos modelos o imponer alternativas al desarrollo, y en cuyo escenario, donde la hegemonía occidental, quiere volver a dividir al mundo, esta vez, entre “democracias y autocracias” para contener la remodelación del orden mundial, hay que preguntarse ¿Cuál es el papel de los BRICS en la construcción de poder?
Y asumiendo que el poder no se manifiesta por arte de magia, sino que se ejerce y este a su vez, se constituye en relaciones de poder que se concretan mediante una serie de acciones inducidas de algunos sobre otros y viceversa a través de estrategias, analizaremos factor por factor, el poderío de los Brics+, necesarios para aumentar su influencia geopolítica y desafiar el estatus quo internacional con el fin de remodelar el orden mundial actual.
1. Influencia Brics+: la concentración de población más grande del mundo
La población es uno de los principales factores del poder de las naciones, en líneas concretas, sin población no hay nación, aunque este no es problema (en número) para el bloque Brics+. Sin embargo, no es solo la cantidad de población el único aspecto relevante para estudiar la proyección de poderío; el carácter y la moral nacional, además de la calidad de vida de las personas, son aspectos importantes que se entrelazan, porque proyecta la capacidad que tiene y tendrá un país para alcanzar su modelo de desarrollo, en este caso, dentro de los Brics+.
Los Brics+ a partir del 01 de enero de 2024, se extienden por sobre 10 países (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto, Emiratos Árabes Unidos e Irán) concentrando una población superior a 3 mil seiscientos millones de personas[1], comprendiendo más del 45 % mundial, agrupando a culturas, religiones e identidades, que así mismo, definen el carácter y la moral de las diferentes naciones que a través de sus lideres se agrupan en el bloque.
Los BRICS+ comprenden el 45 % de la población mundial, agrupando culturas, religiones e identidades en sus 10 países.
Dentro del bloque, India y China concentran el 78 % de la población de los Brics+, correspondiente con los dos primeros países más poblados del mundo (ver imagen 1)
Esta concentración de población actualmente desarrolla un eje de importancia estratégica en Asia, África y Medio Oriente donde se agrupa el 94 % dentro del bloque.
Al mismo tiempo, esta gran población del bloque Brics+ tiene el 49 % de la población rural del mundo (ver imagen 2); India y China agrupan el 84 % de ella.
En el caso particular, Etiopía, aunque representa algo más del 3 % de la población dentro de los Brics+, es quien concentra mayor porcentaje de población rural (77 %), seguido por India (64 %) y Egipto (56 %).
Población rural que puede referirse a poblaciones pequeñas, medidas en cantidad de personas, alejadas de las metrópolis o la exposición a deficiencia de servicios como red de agua potable y cloacas, transporte, electricidad, tecnología, entre otros, el acceso a la salud, educación, vivienda adecuada o insuficiencia alimentaria; en resumen, de menor desarrollo con respecto a lo urbano.
1.1 Retos, desafíos y oportunidades para los Brics
Y hablar de la población rural nos indica el desafío que tienen los Brics+ para demostrar que otro modelo de desarrollo en el Sur Global es posible, en este caso, para disminuir las brechas de desigualdad que arrastran estos países históricamente.
Disminución de la desigualdad
Ejemplo de ello, es que en los Brics+ ha venido aumentando la igualdad en la distribución de ingresos a la gran población que representan, aunque existe después de la pandemia una propensión global a la concentración de la riqueza.
Sin embargo, en Sudáfrica y Brasil, la desigualdad ha aumentado y en mayores proporciones en los últimos años, por lo tanto, son los que enfrentan en este aspecto, los más grandes desafíos.
Y es que Sudáfrica, aunque concentre solo el 1 % de la población de los Brics+, es considerado el país más desigual del mundo, donde el factor racial, después de más de treinta años de haber puesto punto final al apartheid sigue siendo una de las principales causas de la desigualdad, sin obviar, la concentración del 80 % de la riqueza en manos del 10 % de la población más rica,[2] impactando en el campo laboral y hasta en el acceso a la educación.
De hecho, ha aumentado la desigualdad en Sudáfrica según UBS, en 18 % entre 2008 y 2023[3].
Y Brasil, es otra de las economías emergentes donde el aumento de la brecha de la desigualdad fue en incremento vertiginoso desde el 2017, en medio de los gobiernos de Michel Temer y Jair Bolsonaro, donde actualmente, el 1 % de la población más rica, concentra casi el 50 % de la riqueza brasileña, en contraste resalta el desmedro de la atención a las mayorías en atención a la salud, principalmente durante la Covid-19 o el aumento del hambre, en uno de los principales países exportadores de alimentos del mundo.
Aumento de la esperanza de vida
Por otro lado, si se toma la esperanza de vida al nacer de la población Brics+, también hay una tendencia al incremento, encontrándose en conjunto, en el promedio global de 72 años.
Aun así, siguen estando por debajo de esta media global Etiopía, India, Egipto y Sudáfrica (este último, donde retrocede), indicando el 47 % de la población Brics+ con menor expectativa de vida desde su nacimiento en estos países; en contraparte China y Emiratos Árabes alcanzan los 79 años (ver imagen 3).
Como vemos, los Brics+ constituyen un importante factor de poder en cuanto a cantidad de población se refiere, para lo cual, enfrentan desafíos importantes en la conformación de un nuevo modelo de desarrollo, que persigue más allá del crecimiento económico, disminuir las brechas de desigualdad en estos países, entre ellas, la pobreza y la inseguridad alimentaria.
La importancia geopolítica de la población Brics+
Por otro lado, en el escenario global actual, se vuelve a mirar a la población con enfoque neomaltusiano, en este caso, un factor de poder que amenaza al mundo en términos de agotamiento de recursos como alimentos, agua, tierra o energía y profundizará la crisis climática que hará imposible la vida humana en la tierra.
Un enfoque que vuelve a reproducirse entre los discursos de actores de las principales potencias occidentales, dirigido fundamentalmente a los países en desarrollo y emergentes, entre los que destacan los Brics+, principalmente China e india, señalados de aumentar el consumo de recursos en estos, al alimentar mejor a sus poblaciones y darles mejoras en el acceso a servicios que requieren de materias primas, a las que históricamente han accedido, controlado, acaparado y expropiado en favor de las poblaciones del Norte Global.
Entre tanto, son estas poblaciones de los países emergentes que, al mejorar sus condiciones de vida objetivas y subjetivas, han impulsado el desarrollo de sus países, mediante el aumento de su capacidad para crear, estudiar y trabajar en los diferentes factores del poder, económico, tecnológico, alimentario, energético, militar y político.
Una población Brics+ que tiene una importancia estratégica a nivel mundial, a la cual, se necesita acceder para influir en el control y acaparamiento del comercio global que es uno de los principales territorios actuales en disputa, además de la tecnología y la seguridad del ciberespacio para mantener la hegemonía occidental.
Y en este sentido, no solo para los Estados, sino para otros actores, como las grandes corporaciones públicas o privadas que forman parte de esta carrera por el control del comercio global.
Finalmente, será el diálogo, la cooperación bilateral y multilateral multifactorial, la solidaridad, la integración con una visión de respeto, más justa, equitativa e inclusiva que reconozca las desigualdades intraBrics+ y use las fortalezas que ha desarrollado cada país para plantear la superación en conjunto de las inequidades y debilidades que arrastran estos países, es un camino posible, dentro de un bloque con significativas diferencias territoriales, económicas, tecnológicas, alimentarias, militares y políticas, no obstante, juntas proyectan un gran poder, que a continuación seguiremos revisando en Brics+: la construcción de poder global (II).
Clara Fuentes
