Luego de 25 fallecimientos y 1.546 infectados, Brasil comienza a tomar medidas drásticas para proteger a sus habitantes del nuevo Coronavirus, restringiendo a partir de este domingo, la entrada terrestre al país, desde su vecino Uruguay.
El país austral, que ya cuenta con 158 casos confirmados, era el único país con el que el gobierno brasileño mantenía abiertos los accesos, luego de que la semana pasada, se anunciara la suspensión de la entrada vía terrestre en las fronteras de la Guyana Francesa, Guyana, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina.
Está restricción válida por 30 días, aunque podría ser prolongada si así lo determina la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), posee algunas excepciones que fueron avaladas por los gobiernos de ambos países, tras un acuerdo de cooperación para enfrentar la expansión del Coronavirus.
Por su parte, el canciller uruguayo Ernesto Talvi declaró: “Lo excepcional es el régimen para los que viven en ciudades de frontera: si pueden acreditar que así es el caso, con cualquier certificado que acredite residencia, van a poder coexistir y convivir en la ciudad como lo hacen habitualmente… Tenemos una frontera muy larga y donde coexisten brasileños y uruguayos en ciudades que son binacionales, son una misma ciudad».
Estas acciones contrastan claramente, con el cierre arbitrario de la frontera con Venezuela, luego que Jaír Bolsonaro, omitiera los reiterados llamados del presidente Nicolás Maduro a trabajar mancomunadamente en la frontera común, demostrando que sus intereses político e ideológicos se imponen hasta en las peores circunstancias.