Egoísmo, esa es la palabra que mejor define al alto gobierno del Brasil. Sino cómo puede entenderse, que a pesar de las marcadas diferencias políticas, hayan rechazado una nueva solicitud de Venezuela para enfrentar unidos la pandemia de covid-19.
El ministro del Poder Popular de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, emitió una comunicación, donde explicaba suficientemente las razones del gobierno del presidente, Nicolás Maduro, para buscar un trabajo de equipo, coordinado y complementario.
“La covid-19 no distingue ideologías, ni tendencias políticas, no discrimina creencias, nacionalidades, grupos étnicos, sexo, edades, ni condición social. El mundo debe unir fuerzas para enfrentar la pandemia”. Por ello, el gobierno nacional solicitó un alto en las profundas diferencias políticas e ideológicas, para “coordinar acciones de combate” a la terrible y contagiosa enfermedad.
Información oculta
La misiva elaborada por el canciller venezolano y dirigida a su par brasilero, Ernesto Araújo, no obtuvo respuesta alguna. Al contrario, como revela la periodista y columnista brasileña, Bela Megale, las autoridades de Itamaraty, incluso trataron de ocultar el documento a la opinión pública carioca.
Venezuela pede trégua ao Brasil p/ combate à pandemia: ‘a covid-19 não distingue ideologias'. A carta, enviada pelo min. das Rel. Exteriores do país a Ernesto Araújo, diz que é hora de 'dar uma oportunidade ao diálogo'. O Itamaraty se calou sobre o doc. https://t.co/bHrTjBljH4
— Bela Megale (@BelaMegale) August 24, 2020
Solo después de requerir explicaciones a la cancillería brasilera, la columnista obtuvo una respuesta tajante. “El gobierno brasilero no recibe correspondencia de un régimen ilegítimo”.
Ironías aparte, el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llega al poder luego de un cuestionado y corrupto mandato de Michel Temer. El antecesor de Bolsonaro fue el abanderado de un golpe legislativo contra la expresidenta, Dilma Rousseff.
Políticas erradas
Por otro lado, tanto Bolsonaro como sus más allegados colaboradores han seguido una política negacionista de la pandemia de covid-19. Producto de enfoques errados y en no pocos casos negligentes, en Brasil se registran 115.309 fallecimientos. El gigante amazónico es el segundo epicentro mundial de la pandemia con 3.622.861 pacientes de covid-19.
Venezuela y Brasil comparten una extensa frontera común marcada por vínculos culturales, familiares, sociales y económicos. Desde la vecina nación han ingresado en un éxodo en reversa más de 500 connacionales infectados de covid-19. De este lado no se le ha negado la atención a ningún ciudadano, ni siquiera extranjero, mucho menos brasileros.
Las autoridades nacionales, mantienen una lucha frontal contra la pandemia. Lamentablemente las palabras cooperación, coordinación y complementación están negadas, de momento, tanto del lado brasilero como del lado colombiano. Cuando el egoísmo rige los destinos de una élite política, estas son las consecuencias.