Los brasileños votaron este domingo en las elecciones municipales, y si bien Bolsonaro no se medía, la conclusión más arrasadora de la jornada es que reprobó por mucho la primera medición política de su polémica gestión.
Esta afirmación no es un capricho sino la evidencia incontrovertible de que apenas un puñado de sus candidatos quedó en pie en más de 5.500 municipios en donde se estaban eligiendo autoridades locales.
La derrota más sonada del “bolsonarismo” ocurrió en Sao Paulo, la ciudad más rica del país. Ahí el Presidente invirtió mucho dinero y esfuerzo para arrimar a su abanderado Celso Russomanno hasta la victoria; pero al final terminó cuarto y con apenas el 8% de los votos.
Río le medio rió al bolsonarismo
En donde le fue menos mal a la causa política del mandatario brasileño fue en Río de Janeiro; en donde su candidato apenas consiguió avanzar a la segunda vuelta.
El apadrinado por Bolsonaro en la ciudad carioca es Marcelo Crivella, un pastor religioso y además cantante de góspel, quien sacó más del 21%.
En la segunda ronda por la alcaldía de Río, el bolsonarismo se medirá con el centro derechista Eduardo Paes, quien sacó casi el 40% de los sufragios.
Otra localidad en la que Bolsonaro pugnará para que la jornada no sea del todo una aparatosa derrota es en Fortaleza; donde el denominado “capitán Wagner” disputará la segunda vuelta con un aspirante de la centro izquierda.
Para los analistas, el primer vistazo de los resultados de las elecciones municipales es el veredicto más explícito de la valoración popular hacia el gobierno de Bolsonaro.
Otros medios lo califican como la segunda gran derrota política del mandatario brasileño, quien ya sin Trump en La Casa Blanca, ahora se le desmorona el piso en su propio patio en víspera al 2022, cuando terminen los cuatro años del actual presidente.