Brasil aumentó la pena máxima de cárcel a 40 años por el asesinato a mujeres, esto con el objetivo de combatir los feminicidios.
La nueva legislación, que entró en vigor este jueves, fue impulsada por la senadora Margareth Buzetti y aprobada por el Congreso Nacional en septiembre pasado.
Esta normativa introduce nuevos agravantes que consideran de mayor gravedad el asesinato de la madre, la pareja, personas con discapacidad, así como el contexto en que se cometió el delito.
Un aspecto crucial de la ley es la tipificación del feminicidio como un crimen autónomo en el Código Penal. Anteriormente, la disposición, sancionada en 2015, lo consideraba como un agravante del homicidio común.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al sancionar el texto el miércoles pasado, declaró que «es un paso más en la lucha contra el feminicidio en Brasil», reafirmando su compromiso con la meta de «Feminicidio Cero».
«Junto a la ministra de la Mujer, Cida Gonçalves, sancioné un proyecto de ley que agrava la pena de feminicidio, aumentando la pena mínima de 12 a 20 años, pudiendo llegar hasta 40 años, y agravando penas de otros delitos cometidos contra las mujeres«, escribió Lula en redes sociales.
Las alarmantes cifras de este delito en el país, que alcanzaron 1.467 víctimas en 2023 según el último Anuario Brasileño de Seguridad Pública, motivaron la inclusión del feminicidio como crimen atroz.
El perfil de las víctimas es preocupante: el 63,6 por ciento eran afroamericanas, el 71,1% tenían entre 18 y 44 años y el 64,3% de los crímenes ocurrieron dentro de la residencia.
La nueva ley busca enviar un mensaje contundente: no tolerarán el feminicidio y lo perseguirán con mayor rigor, con el objetivo de proteger a las mujeres y erradicar esta terrible violencia.