Los Gobiernos de Reino Unido, Francia y Canadá han exigido a Israel que detenga de inmediato el bombardeo en Gaza y que permita la llegada de asistencia humanitaria al enclave. Esta solicitud se produce en un contexto alarmante, ya que han transcurrido 19 meses desde que comenzó la última gran ofensiva militar del Ejército israelí en la región. Las acciones de Israel han generado un sufrimiento humano insoportable, y estos países han decidido actuar para poner fin a esta situación.
En una declaración conjunta, los tres países han afirmado que no permanecerán inactivos mientras el Gobierno de Benjamín Netanyahu continúe con acciones atroces. Han notificado a Israel que tomarán medidas específicas si no cesa su ofensiva militar y permite la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Este ultimátum refleja la creciente frustración de la comunidad internacional ante la crisis humanitaria en la región.
Reino Unido, Francia y Canadá han subrayado que el dolor humanitario que enfrenta la población de Gaza es absolutamente insoportable. Además, han calificado la reciente declaración de Israel sobre la autorización de un número restringido de alimentos como «insuficiente». Este tipo de medidas no resuelven el problema; por el contrario, agravan la situación de quienes sufren las consecuencias del conflicto.
Asimismo, los países firmantes han denunciado el uso de un lenguaje provocador por parte de miembros del Gobierno israelí. En un intento desesperado por justificar sus acciones, algunos funcionarios han amenazado con que los civiles deben comenzar a escapar. Este tipo de retórica solo contribuye a un ambiente ya tenso y peligroso.
Por otra parte, los Gobiernos han enfatizado la importancia de colaborar con las Naciones Unidas para garantizar la continuidad de la distribución de ayuda humanitaria. La omisión de asistencia a la población de Gaza es inadmisible y transgrede el derecho internacional humanitario. En este sentido, Reino Unido, Francia y Canadá han condenado la ampliación de colonias en Cisjordania y han advertido que no dudarán en implementar acciones adicionales, incluidas sanciones concretas.
Esta declaración se alinea con un llamado más amplio entre los ministros de Asuntos Exteriores de 19 países europeos, junto a Canadá, Australia y Japón. Todos ellos han exigido a Israel la reanudación inmediata y completa de la ayuda humanitaria a Gaza. Además, estos países han rechazado el modelo de asistencia aprobado por el Gobierno israelí, enfatizando que no puede ser respaldado por la ONU ni por sus aliados humanitarios.
Finalmente, los países firmantes han dejado claro que su compromiso con la paz y la justicia es firme. La situación en Gaza no puede continuar sin respuesta. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para poner fin al bombardeo en Gaza y asegurar que la ayuda humanitaria llegue a quienes más lo necesitan.
