Bolsonaro, un enfermo que no mejora

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La República Federativa de Brasil está en un punto crítico en todos los aspectos y el panorama no es nada alentador, debido a la pandemia del coronavirus, las erráticas decisiones de su presidente Jair Bolsonaro y las políticas que desde los tiempos de la dictadura de Michele Temer han condenado a la nación a una época oscura. El enfermo no mejora.

El covid-19 dinamitó la gestión que ya venía siendo reprobada por la amplia mayoría del pueblo brasilero sobre el dignatario, que ha sido uno de los más irresponsables a nivel mundial por retar de forma inhumana y criminal a esta enfermedad que ha contaminado a más de 1.400.000 ciudadanos y le ha arrebatado la vida a más de 60 mil personas.

Estas alarmantes cifras son solo un reflejo porque los especialistas aseguran que son muchas más las víctimas porque las políticas desacertadas de Bolsonaro han colapsado el sistema sanitario y no hay posibilidades de atender a todos los contagiados.

Sin pruebas pero con fútbol

No hay reactivos ni material para hacer pruebas, que es la herramienta fundamental para cortar los contagios, pero para Bolsonaro el pueblo “adquirirá antivirus de esta gripe”, pero eso desestima las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, considerando que son exageradas.

Mientras el pueblo de Brasil sufre y muere, Bolsonaro ha llamado a abrir la economía en todos los niveles y decretó el regreso de la liga profesional de fútbol con público. Lo que representa un nuevo error garrafal porque precisamente estos espacios son de alto contagio por la aglomeración de personas. Esta medida podría agudizar mucho más la terrible realidad del gigante amazónico.

Ya varios países de Europa y Asia han reactivado la operatividad de sus deportes profesionales pero sin público y cuidando todos los protocolos de bioseguridad entre atletas, árbitros, entrenadores, personal técnico y logístico.

Nadie quiere trabajar con Bolsonaro

En los últimos dos meses 5 ministros han dimitido a sus cargos por diferencias con Bolsonaro y suman una decena de titulares del gabinete que ha renunciado por las malas políticas del presidente, que también se ha enemistado con buena parte de los gobernadores del país.

Brasil vive el peor momento de su historia en el último siglo con crisis política, humanitaria, sanitaria, económica, social e institucional.

Además el Tribunal Supremo de Brasil reabrió la investigación por las irregularidades del dignatario en su campaña del 2018, por lo que el destino de Jair Bolsonaro se complica aún más. El enfermo no mejorará.


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