El candidato estadounidense por el Partido Demócrata, Joe Biden, expresó no tener dudas de será el vencedor en las elecciones. “Cuando el conteo termine, la senadora (Kamala) Harris y yo seremos declarados ganadores“, afirmó.
Así lo expresó este jueves 5 de noviembre; poco antes de que Donald Trump amenazara con demandar ante el Tribunal de Justicia de Estados Unidos lo que pareciera una inminente victoria de su contrincante.
A más de 48 horas desde que terminó el proceso electoral en su país, el candidato del Partido Demócrata insistió en que será el próximo ocupante de la Casa Blanca y pidió a los ciudadanos mantener la calma hasta que se conozcan los resultados.
«Estamos satisfechos con el lugar en el que estamos», dijo Biden al referirse a 5 de los estados que mantenían el proceso de escrutinios hasta el momento de su declaración. Se trata de Nevada, Arizona, Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania.
Aunque evitó mencionar directamente a Trump; el candidato Demócrata desestimó los anuncios que el equipo de campaña del actual presidente ha hecho sobre supuestas irregularidades en la votación. Aseveró que «la voluntad de la gente es la única que elige al presidente”.
Asimismo, Biden señaló que «la democracia a veces es complicada. A veces requiere un poco de paciencia«, para ratificar que cada papeleta se debe contar.
Larga y oscura espera
Aunque las élites estadounidenses alardean de ser la mayor potencia económica y tecnológica del planeta; la nación cuenta con un sistema electoral que no hace honor a esas afirmaciones.
Incluso, alrededor de las elecciones en Estados Unidos existe un permanente debate mundial, sobre las consecuencias de un proceso considerado lento y frustrante que tiene marcados antecedentes.
Por ejemplo, en las elecciones del año 2000, George Bush fie declarado vencedor no por los votos, sino por la decisión de un tribunal; luego de que los escrutinios correspondientes al estado de Florida, se extendieran por 36 días.