El periodista, profesor universitario y diputado venezolano Earle Herrera denunció en su habitual columna «El Kiosko de Earle» que la derecha prepara a un contingente para que proteste en voz alta en las bombas de gasolina o donde haya cola.
«Siempre hay una cámara cerca que graba y difunde. Hablan como “chavistas” decepcionadas o frustradas. Si es buena actriz o actor, no falta el chavista que replique el vídeo. Les exigen tener cara de pueblo, es decir, de chavistas. Tanto, que se presentan como miembros de alguna Ubch», escribe el laureado comunicador y docente en alusión a un nuevo plan de la derecha.
Earle agrega que los jefes de estos desestabilizadores «piden bloqueos, el imperio lo aplica y ellos van a las bombas a lanzar llamaradas verbales sobre el combustible». De igual manera advierte que «después, les reverdecen su “chavismo” con dólares»; es decir, «son “rebeldes” re-verdes».
Y peor aún, «si hay muertos, ese “daño colateral” aumenta la paga. Juegan con fuego y no es retórica. Son activistas altamente inflamables. No los propagues», concluye el también constituyente.
Venezuela: ruta electoral vs. desestabilización
Venezuela se prepara para celebrar su elección número 25 en lo que ha corrido de Revolución Bolivariana (poco más de 20 años). Las más diversas organizaciones con fines políticos inscribieron, en el período destinado para ello, a sus candidatos para renovar el Parlamento nacional. Desde mediados de año se ha desarrollado el cronograma electoral sin contratiempo alguno. Recientemente fue presentada la moderna máquina de votación que será usada en el proceso y esta semana esa misma máquina es auditada por los partidos. Esto último vital para no dejar cabida a los viejos cantos de fraude de la oposición, cada vez que los números no le han favorecido.
La del 6D será una cita que sin duda tendrá sus efectos plebiscitarios sobre la gestión del presidente Nicolás Maduro; pero que también será determinante para la variopinta oposición nacional. En este contexto de preparativos comiciales, se renuevan distintos planes de agresión y desestabilización. ¿Los objetivos? Los mismos de vieja data: que las elecciones no lleguen a feliz término, que no tengan el reconocimiento de la llamada comunidad internacional o bien provocar una salida abrupta del Gobierno.
En cualquier caso, conviene mantener alarmas encendidas ante la denuncia del periodista Earle Herrera.