Estados Unidos (EE.UU.), se ubica como el sexto país del mundo en posicionarse con más casos del nuevo Coronavirus (COVID-19), ya rebasa los 16.638 casos positivos con más de 219 muertes por la afección, sin embargo el presidente de »la máxima potencia mundial», el magnate Donald Trump, se resiste a decretar la cuarentena nacional colectiva que evitaría el aumento de la propagación del virus.
Las ciudades más afectadas de Estados Unidos son:
- Nueva York con 7,102 y 38 muertes.
- Washington con 1,377 y 74 fallecidos.
- California con 1,073 contagios y 19 decesos.
Luego de la expansión y como medida tardía, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró la cuarentena en su estado y ordenó a todos sus habitantes a resguardarse en sus casas, luego de la creciente de contagios en las últimas horas.
También California ordenó la cuarentena total, pero solo hasta los decretos estatales, la gente salía a las calles sin restricciones, las autoridades permanecían en silencio, solo lamentando las muertes o dando una que otra información. Asimismo, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, se unió a sus homónimos de California y Nueva York al decretar cuarentena total para todo el estado.
En Nueva Jersey, donde se registran 742 casos, se conoció la desgracia de una familia local que perdió cuatro de sus miembros a causa de la enfermedad.
¿Droga contra la Malaria para frenar Cov-19?
Lejos de transmitirle buenas noticias a su pueblo, Donald Trump, autorizó el jueves un tratamiento que se utiliza para tratar la malaria, para combatir contra el Coronavirus, así lo anunció el propio mandatario en su rueda de prensa diaria.
Lo cierto es que el fármaco no está autorizado por la Agencia Federal del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés), institución que desmintió y aclaró que no ha autorizado su uso para tratar los efectos del Coronavirus, lo mismo dijo y aclaró la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El costo del Coronavirus
Una estadounidense sin seguro ya recuperada del Covid-19 acaba de recibir la factura que debe pagar tras recibir su tratamiento: 35 mil dólares. https://t.co/FiEEPu9Jdi
— Helena Villar (@HelenaVillarRT) March 20, 2020
A Wgalina Danni Askini, luego de 7 días de malestar con los síntomas del COVID-19, por fin le hicieron la prueba que resultó positiva para el nuevo coronavirus, unos días más tarde recibió la factura de su prueba y tratamiento: un total de $34,927.43 dólares, sin posibilidad de pagarlos como otros 27 millones de estadounidenses que no cuentan con seguro médico y solicitan su Medicaid (ayuda gubernamental) para poder quitarse de encima al menos una parte de la deuda por el hecho de haberse enfermado. Entonces, lo que debería ser un derecho inalienable, el acceso a la salud en la »super potencia» de Trump, se convierte en un lujo, para algunos será más viable quedarse en casa antes que cargar con una deuda millonaria aparte de sus malestares.
También, Osmel Martinez Azcue le contó al Miami Herald cómo, al volver con síntomas de gripe de un viaje a China, acudió a un hospital de Miami a hacerse las pruebas de coronavirus. Resultó que tenía una gripe. Pero también una factura de 3.270 dólares que lo esperaba apenas volvió a su casa.
“¿Cómo se puede esperar que los ciudadanos contribuyamos a reducir el riesgo de contagio entre personas si los hospitales nos van a cobrar más de 3 mil dólares por un análisis de sangre y una muestra nasal?”, se preguntaba indignado el joven nacido en Cuba.
Con ignorancia y soberbia, Trump dijo hace unos meses que era una ‘‘simple gripe» y luego un »virus chino o extranjero», luego se dio a conocer la emergencia nacional, pero en Estados Unidos durante varias semanas no hubo suficientes pruebas de diagnóstico para comprobar quién estaba infectado, lo que significa que muchos potenciales casos pueden haber pasado desapercibidos, lo que demuestra su incapacidad para dar respuesta al pueblo ante una emergencia mundial como lo es la pandemia por el Coronavirus, pese a creerse o autoreconocerse como los »salvadores del mundo» o, al menos así lo han plasmado en sus películas hollywoodenses.