El pasado 3 de mayo el gobierno venezolano informó acerca de la captura de un grupo de mercenarios en las costas centrales de La Guaira, quienes tenían como objetivo realizar una incursión terrorista para asesinar a lideres de la Revolución Bolivariana, incluyendo al presidente Nicolás Maduro. La prensa internacional ha dado un tratamiento especial a estos hechos.
Está demostrado que los grandes medios de comunicación privados han priorizado desde hace varios años a Venezuela dentro de la agenda de noticias diarias, dedicando constantemente su primera plana, para una campaña permanente que acompaña la política del gobierno estadounidense contra el país.
Sin embargo, esta vez el tratamiento a la noticia no ha tenido la misma prioridad. Una incursión terrorista contra Venezuela, impulsada por Colombia y Estados Unidos con participación de la DEA, con la finalidad de asesinar al presidente Nicolás Maduro, curiosamente ha pasado en silencio, o en el mejor de los casos, casi escondida en algún segmento secundario.
En el caso del The Washington Post, la información aparece reflejada en la sección de opinión: «Los funcionarios estadounidenses y la oposición venezolana dominante encabezada por Juan Guaidó han negado rotundamente cualquier conexión con la operación».
Omiten los videos que han aparecido a la luz pública inculpando a Guaidó por su participación directa en la firma de la contratación del grupo de mercenarios.
Reuters refleja la noticia, sin embargo va dirigida a negar la participación de EE.UU. en la operación: “Lo averiguaremos. Acabamos de escucharlo”, dijo Trump cuando fue preguntado por el incidente y los arrestos. “Pero no tiene nada que ver con nuestro gobierno”, señaló.
El caso de la Associated Press (AP) es importante, puesto que previo a la operación mercenaria dedicó un informe de Joshua Goodman a librar a Estados Unidos de toda responsabilidad en el plan terrorista, y para este 5 de mayo hay silencio total en cuanto a estos hechos.