En medio de una feroz campaña sobre Afganistán, la actriz estadounidense, Angelina Jolie, hizo uso de las redes sociales y se estrenó en Instagram para pronunciarse sobre la situación político-social en el país centroasiático.
Jolie, que funge desde 2012 como «embajadora de buena voluntad» del El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hizo su primera publicación de Instagram hace una semana. Se trata de una carta de los fragmentos que habría sido escrita a mano por una joven afgana.
La actriz aprovechó el momento para monetizar en nombre de los derechos humanos; pues mientras aumenta rápidamente de seguidores, evade que tal conflicto en Afganistán fue impulsado y provocado por Estados Unidos.
Luego de convertirse en la usuaria más rápida de la aplicación social en alcanzar un millón de seguidores, Jolie ganó 2,1 millones de nuevos seguidores en menos de 3 horas y hasta ahora 9.9 millones de usuarios que la siguen en Instagram; en apenas 7 días.
Lo cierto es que mientras hay quienes ven esto como una proeza, hay otros que se preguntan por qué no pronunciarse en contra del conflicto que desató la guerra en Afganistán y que ha provocado irreparables pérdidas humanas y un sinfín de problemáticas sociales y económicas en ese país.
Propaganda gringa
Y es que la propaganda estadounidense, en la que ha decidido inmiscuirse Jolie, no cesa en su afán de liberarse de culpas ante la evidente responsabilidad que tienen sobre esta guerra.
La articulista Olga Rodríguez deja claro que «Los mismos que defendieron aquella intervención militar, la ocupación del territorio afgano; la imposición de la fuerza armada e incluso los múltiples ataques estadounidenses que en todos estos años han matado a población civil, son los que ahora lamentan la situación en la que queda el país con el avance de los talibanes».
Ante el avance y la toma del poder por parte del movimiento talibán en Afganistán, la historia reciente recuerda que los talibanes se convirtieron en aliados de los EE.UU. contra la URSS cuando en 1996, tomaron el poder de Kabul. Luego, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 -con el derribo de las torres gemelas en EE.UU.– se señala a los talibanes afganos como responsables, lo que da paso a la invasión estadounidense del país centroasiático y la conformación de un gobierno liderado directamente por los EE.UU.; lo que evidentemente se convirtió en un acto guerrerista de injerencia.
¿Qué más ignora «a propósito» Angelina Jolie?
Buscando en antecedentes sobre las declaraciones de Jolie como embajadora de ACNUR, no se encontró nada sobre la violación a derechos humanos de los menores de edad retenidos en los centros fronterizos de Estados Unidos, donde no solo están hacinados, sino que son tratados como presos y mantenidos en condiciones insalubres e inhumanas.
Tampoco se le escuchó hablar de la llamada caravana de migrantes de centroamérica (repleta de secuestros de niños y niñas, cárcel y abusos de todo tipo por parte de las autoridades de EE.UU.); y que aún se mantiene. De hecho, cientos de infantes han denunciado que les alimentaban con comida vencida, podrida o no cocida correctamente. Además recibían amenazas de la patrulla. Y, ¿qué ha dicho Angelina Jolie?
Parece que el objetivo propagandístico de evadir la responsabilidad estadounidense en la problemática de otros países, siempre se piensa muy bien.
Un caso similar fue cuando Angelina Jolie visitó Colombia en 2019, porque supuestamente les preocupaba la situación de los venezolanos en ese país. Allí nunca mencionó a los desplazados por la guerra y el conflicto interno del país neogranadino; que para la fecha de su visita, rondaban los 5,6 millones de personas desplazadas internas (PDI).
Poco después, al menos 250 mil venezolanos regresaban a su país desde Colombia, pues se quedaron sin trabajo y sin casa en medio de la crisis por la pandemia del covid-19.
No es casual este accionar, pues el método propagandístico siempre termina evidenciándose cuando se trata de EE.UU. y su afán por victimizarse.